La Guardia Civil investiga la aparición de unos huesos en el lugar donde fueron violadas, asesinadas y enterradas las niñas de Alcàsser, en 1992, que ya se ha determinado que son humanos, pero falta aclarar si pertenecen o no a Miriam, Desirée y Toñi.

Los huesos fueron encontrados hace una semana por una pareja, residente en la Safor, que decidió acercarse hasta la zona donde fueron hallados los cuerpos de las tres adolescentes a raíz el documental de Netflix, que repasa la historia y el tratamiento en los medios de comunicación del caso.

La Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de València ha determinado que son cuatro trozos de falanges, pero no ha podido determinar ni la edad ni el sexo de la persona a la que pertenecían.

Los restos óseos están siendo analizados por el Instituto de Medicina Legal de Valencia, aunque probablemente tendrán que ser enviados a Madrid para intentar extraer de ellos ADN y compararlo con el de las tres adolescentes.