El vídeo recoge una escena en el interior de un vehículo. Dentro viajan cuatro presuntos miembros de los "Betas", los jóvenes que simulando presuntamente a las bandas latinas se dedicaban a cometer violentos robos en Vigo y en otras localidades próximas como Baiona o Cangas. El conductor se dirige a sus tres acompañantes "dando unas normas y el orden de participación" de cada uno de ellos. ¿Para qué? Para interpretar una canción. Unas instrucciones que zanja "de forma firme" con la siguiente consigna: "Respetar los rangos, vale, respetar los rangos, que va a haber muertos; porque ya no somos niños".

Este vídeo sintetizado en una sucesión de fotogramas "de interés" es uno de los que describe la Guardia Civil en un informe que acaba de entregar en el Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo resultante del volcado y análisis de la información de los teléfonos móviles -y tarjetas SIM- incautados en las viviendas de los considerados líderes y lugartenientes de un grupo de pandilleros a los que la jueza investiga para determinar si conformaban o no un "grupo criminal". Tres de ellos fueron enviados a prisión provisional tras la desarticulación de la banda en octubre de 2018.

La pericial permitió acceder a conversaciones de WhatsApp e Instragram entre estos chicos, así como a fotos y vídeos. Y las conclusiones del Instituto Armado son que los "Betas" -que se reunían en unas escaleras de la calle Navarra de Vigo donde dejaron su impronta con grafitis- eran "una organización violenta" formada por unos 40 jóvenes, la mayoría sudamericanos y varios menores. Su "referencia" era la banda dominicana "Bloke30", usando simbología hand sign de estos grupos, como el saludo tipo "corona" y otro de tres dedos en forma de pistola, "amenazante hacia sus objetivos". Tenían estructura "jerárquica" con miembros de diferentes "rangos", algo a lo que, ahondan, daban "importancia" ejemplificándolo con el vídeo grabado en el coche o con una conversación en un grupo de WhatsApp en la que uno de estos chicos incita a otro a "darle" a unos "pringados" para que "respeten los rangos".

"Tienen un concepto destacado sobre la familia", se prosigue en estas diligencias policiales sobre los "Betas", exponiendo a modo de ejemplo que en los mensajes entre ellos usaban términos como bro, brother, manito o emanito, en referencia a "hermano". En algunas fotos analizadas se observa hacer "ostentación de importantes cantidades de dinero", sustancias que "pudiera ser algún tipo de droga" o armas.

Como en cualquier estructura jerarquizada, además de "líderes", la Guardia Civil indica que hay "mandos secundarios" , como el caso de uno de ellos, exponen, que "ordena un enfrentamiento con una banda rival". "Tan jóvenes y quieren morir", habría llegado a señalar un "beta" en referencia a los contrincantes.

El Instituto Armado ahonda en que la banda no solo usaba "la violencia externa" hacia grupos rivales o víctimas, sino que también generaban "violencia interna" como "forma de disciplina". Porque lo que creen los agentes es que querían actuar igual que las bandas que imponen ritos de iniciación a sus potenciales miembros -peleas entre ellos o aguantar golpes sin defenderse-. Algo que se usa para impulsar el sentimiento de que solo los "elegidos" que tienen el valor de afrontar esas pruebas pueden estar en el grupo.