La Guardia Civil se incautó de una partida de 170 litros de aguardiente clandestina, de fabricación artesanal, que se estaba comercializando de forma fraudulenta en el municipio de Ponte Caldelas (Pontevedra), sin ningún tipo de etiqueta ni marcas fiscales. La actuación la desarrolló la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil de Marín y se inició en una inspección rutinaria en un bar para comprobar el cumplimiento de la normativa sanitaria y fiscal de la mercancía que estaba dispuesta para la venta.

En el transcurso de la inspección, la Guardia Civil localizó en el almacén del establecimiento hasta ocho garrafas con 170 litros de aguardiante -dos con 20 litros cada una de licor blanco; otras cuatro también con 20 litros con aguardiente de hierbas y otras dos con 25 de aguardiente tostada cada una-.