El arranque de una investigación criminal como fue la de Déborah conlleva abrir todo un abanico de hipótesis. Junto al entorno, donde finalmente se centraron las pesquisas, se exploraron otras vías. Por ejemplo casos de delincuentes con antecedentes de naturaleza sexual o de presos que cuando fue la desaparición estaban de permiso, sin obtenerse datos de interés. Y se indagó en lo que podrían ser pistas. También resultó infructuoso. Algunas de ellas se citan a continuación.

| El mando a distancia hallado cerca del cadáver. En la inspección ocular del lugar donde se halló el cadáver de Déborah -junto a una carretera de O Rosal- se encontró, a 200 metros, una cartera de polipiel marrón con un mando a distancia de acceso al garaje de un edificio. Las pesquisas dieron con la dueña, una mujer que tenía una casa en la localidad donde apareció el cuerpo. Y, como explicó, se confirmó que el mando le fue robado a uno de sus hijos del vehículo un mes antes de desaparecer la joven. Ese objeto, se acabó concluyendo, no guardaba relación con los hechos.

| Vehículos "sospechosos" en Samil y O Rosal. Durente las primeras semanas de la investigación hubo un sinfín de testimonios que aludían a vehículos que infundían sospechas. En O Rosal un vecino declaró que una furgoneta C-15 le llamó la atención porque se fue de forma "acelerada". Idéntico modelo de vehículo citó otra persona en una llamada anónima, ubicándolo en este caso en Samil, entorno de la desaparición, y situando allí también a Déborah. Otro testigo describió una "furgoneta blanca" de la que sobresalían los "pies" aparentemente "inertes" de una persona. También hubo referencias a un Renault Megane azul. Pero nada. O fueron testimonios falsos o que simplemente no llevaron a nada.

| La llamada incriminatoria. Las llamadas telefónicas de una mujer a varios cuerpos policiales identificando con nombre y apellidos al varón que decía que había matado a la joven viguesa derivaron en una ardua investigación. Pero fue localizada y se concluyó que era una persona con problemas psíquicos y que lo que relataba "carecía" de toda "fiabilidad".