Una cooperante canguesa,Pilar Martínez Docampo, de 32 años y natural de Darbo, es una de las dos víctimas españolas entre las 157 que perdieron la vida ayer en el accidente de un avión de la compañía Ethiopian Airlines que se estrelló poco después de despegar de Adís Abeba con rumbo a Nairobi.

Ayer círculos de Cangas próximos a su familia daban por hecho el fatal desenlace y hoy mismo llegaba la confirmación oficial de la identidad de la víctima mortal canguesa.

El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, ha expresado su consternación por el fallecimiento de esta joven y ha trasladado a su familia su apoyo y predisposición a colaborar en lo que pueda en los trámites de repatriación del cadáver.

Un ofrecimiento que se suma al de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra consciente de que "al dolor de la pérdida de un ser querido" se le suma a la familia el trámite "farragoso" de la repatriación.

Pazos ha añadido que "cualquier muerte de un vecino es sentida", pero en este caso se suma que la víctima era una persona joven y solidaria, por lo que la corporación local quiere expresar especialmente su "respeto y reconocimiento" con tres días de luto en los que las banderas de la casa consistorial ondearán a media asta.

"Nos sentimos profundamente tristes y expresamos nuestras más hondas condolencias" a las familias de las víctimas, subrayó el consejero delegado de la compañía, Tewolde Gebre Mariam, en una rueda de prensa en Adís, donde precisó que las autoridades etíopes están en contacto con las embajadas de los fallecidos.

Entre las víctimas mortales, además de la otra española que tampoco ha sido identificada, figuran también 32 kenianos, 9 etíopes, 18 canadienses, 8 italianos, 8 chinos, 8 estadounidenses y 7 británicos, según reveló Tewolde. Perdieron la vida asimismo -entre otros- 7 ciudadanos de Francia, 6 de Egipto, 5 de Holanda, 4 de la India, 4 de Eslovaquia, 3 de Austria y 2 de Marruecos; además de 4 personas que viajaban con pasaporte de las Naciones Unidas.

Este accidente de avión se produce en la víspera del inicio, hoy, en Nairobi la cuarta Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente (UNEA-4), donde más de 5.000 representantes de 193 países, incluidos jefes de Estado y ministros, intentarán trazar la ruta hacia una economía más sostenible.

Tewolde señaló también que todavía era pronto para determinar "las causas del accidente" del aparato de Ethiopian Airlines, un Boeing 737 MAX-8 nuevo adquirido en noviembre de 2018 y que despegó del aeropuerto internacional de Adís Abeba a las 08.38 hora local (05.38 GMT) y desapareció del radar a las 08.44 horas (05.44 GMT).

El alto ejecutivo reveló que el piloto había avisado a la torre de control que estaba teniendo "dificultades" y que se le había concedido autorización para regresar al aeropuerto de la capital etíope, instantes antes de que se perdiera la señal. Según un último comunicado de Ethiopian Airlines, el mismo avión accidentado había volado ayer mismo desde Johannesburgo de regreso a Adís Abeba, y había superado "una rigurosa revisión" de mantenimiento el 4 de febrero.

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Accidente aéreo en Etiopía

Accidente aéreo en Etiopía

La aeronave se estrelló en la zona de Hejeri, cerca de la localidad de Bishoftu, situada a unos 42 kilómetros al sudeste de Adís Abeba y sede de la mayor base de la Fuerza Aérea de Etiopía.

Dentro y fuera del continente africano, diversas instituciones, entre ellas, la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA), al igual que líderes políticos como el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, dieron su pésame a los familiares.

En octubre de 2018, otro avión Boeing 737 MAX-8 de la compañía Lion Air se hundió en el mar de Java doce minutos después de despegar de Yakarta, capital de Indonesia, causando la muerte de 189 personas.

Según una de las cajas negras de la aeronave, el accidente se debió a por fallos en el sistema automático, algo que se había repetido en los últimos 4 vuelos y que la compañía aseguró haber solventado.