La investigación de la unidad de élite policial contra el crimen organizado, Greco Galicia, que permitió desmantelar la alianza de organizaciones gallegas de narcos comenzó con los arousanos Víctor Manuel Pérez Santos, Luis Manuel Rodríguez y Rafael Díez, que al parecer ofrecían sus servicios para gestionar sucesivas operaciones de tráfico de drogas tanto vía contenedor como por barco.

De hecho, según el auto judicial, estuvieron intentado proporcionar barco, empresas pantallas e infraestructura a la familia Charlín, aunque ninguna de las dos operaciones en marcha que se habían detectado llegó a fructificar.

Para el tercer alijo, apresado a bordo del remolcador Titán III, puentearon al clan Charlín y se aliaron con los otros tres grupos de narcos desarticulados en la operación dirigida desde el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo.