La Sala de lo Penal 3 de la Audiencia Nacional ha condenado a los arousanos Francisco Javier Fernández Pomares, el "Peque", apodo que heredó de su padre un histórico contrabandista y narcotraficante de Vilanova de Arousa, y al pontevedrés Lorenzo Toledano a penas de 10 y 14 años de prisión respectivamente y multas de 16,6 y 23,3 millones de euros como máximos responsables de dos organizaciones gallegas dedicadas al tráfico marítimo de grandes alijos de estupefacientes.
El tribunal considera probada la versión de los procesados, que en el juicio incidieron en que no trabajaban juntos, si bien Toledano asumió la responsabilidad de dos de los barcos cargados de hachís interceptados en la zona de Almería -la Pantri y la Anamar III - y el "Peque" el velero Silver Back , cargado de cocaína, apresado en el Atlántico en 2014 y trasladado al puerto de Vigo.
La confesión tardía, algunos de los acusados asumieron su culpa en el turno de última palabra tras el juicio, conllevan que las penas impuestas se reduzcan a menos de la mitad de las que solicitaba el fiscal, que pedía 31 años para cada uno de ellos. Los otros 11 condenados de la red, con apoyo en el Sur de España, reciben penas que van desde los 12 años a los 9 meses ,junto a multas millonarias que ninguno puede pagar.
La vista oral contra los 21 procesados de una trama a la que se intervinieron dos barcos con 4.000 kilos de hachís y un velero con 520 kilos de cocaína, se celebró el pasado mes de octubre, tras la entrega voluntaria de Toledano, el cabecilla de la organización encargada de suministrar embarcaciones y pilotos de su organización a distintos grupos de narcos dedicados a introducir hachís desde Marruecos. Tenía una gran solvencia en el negocio ilegal, pues además de correr a su cargo la adquisición custodia, mantenimiento y amarre, respondía de la óptima navegabilidad. Los barcos se ponían a nombre del patrón, de forma que si el alijo caía el resto de los grupos quedaban al margen.
La sala recoge que, en ocasiones, Toledano prestaba servicios -dados sus contactos- a narcotraficantes de cocaína para descargas transoceánicas, aunque no consta que estas colaboraciones personales las hiciese con infraestructura de su organización, dando así la razón a la tesis de su abogada defensora, la letrada arousana Estrella Piñeiro.
De hecho, en el caso del "Peque", un narco arousano con contactos en Colombia y dedicado al tráfico de cocaína, se considera probado que pidió a Toledano si podía facilitarle un barco y un patrón para un viaje transoceánico: recoger un alijo de cocaína y traerlo a España. Las embarcaciones de Toledano eran pequeños, pero se puso en contacto con otro de los condenados, el grovense Elvis Capelo, que buscó el velero Silver Back lo pagó con los 40.000 euros que le dio el "peque" y lo patroneó para recoger el alijo. El velero sufrió una avería. Además de recoge la cocaína, los colombianos debían facilitarles agua, víveres y combustible para allegar a puerto, pero no fue así y durante días estuvieron a la deriva, hasta que finalmente los colombianos solucionaron la situación.
El sumario juzgado en la Audiencia Nacional se incoó en una operación dirigida por el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo y desarrollada por la unidad de elite contra el crimen organizado de la Policía nacional Greco-Galicia tras el intento frustrado de la red de comprar un barco en Vigo.
Toledano, según la sentencia, hizo uso del derecho a la última palabra en el juicio para aseverar que desde que se entregó voluntariamente, en marzo de este año, ha colaborado con la Justicia. Pidió perdón a varios amigos que compartían banquillo con él "porque no sabían nada de la operación" y negó su participación en el alijo de coca del "Peque". Reconoció haber hablado con capelo para comprar el velero "pero no era para mi, me lo encargaron, lo hice para otros y me arrepiento".
