Un vigués, juzgado con una activa organización de distribución de drogas a media escala en La Rioja, ha sido condenado a penas que suman 7,5 años de cárcel por la Audiencia de Logroño. La suya es la condena más alta impuesta a los siete procesados, pues a los 6 años y un día de cárcel por tráfico de drogas cualificado y los 6 meses por el delito de integración en grupo criminal, se suman otros 2 años por tenencia ilegal de armas. Y es que en el piso que tenía arrendado y que el grupo utilizaba como almacén de la droga se recuperó una pistola robada a un agente de la Guardia Civil y munición.

El cabecilla de la red es un hombre natural de Barakaldo, que ya había sido condenado a otros 6 años en 2008. En esta ocasión regentaba un bar con su mujer, de origen colombiano. Entre los condenados figuran varios compatriotas suyos y un marroquí. El grupo suministraba como cocaína y heroína, que cortaban y distribuían a otros vendedores, y speed. Los hechos se remontan a 2015 y un acuerdo con la Fiscalía les llevó a confesar y pactar las penas.