Ir en bicicleta no exime de cumplir las normas en materia de seguridad vial. Este mensaje lo recordaba ayer la Guardia Civil a propósito de dos casos ocurridos recientemente: dos ciclistas detectados en la provincia de Pontevedra, en Portas y Mos, con una tasa de alcohol superior a la permitida. De hecho, casi la quintuplicaban.

El primero sucedió a principios de julio en Portas a raíz de una alerta recibida por la presencia de un joven transitando en bici por la N-550 con evidentes síntomas de alcoholemia. Instantes después, una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra lo localizó en la zona de la Barosa, circulando en zigzag e invadiendo el sentido contrario a su marcha. Se trata de vecino de Barro de 29 años, que arrojó sendas tasas de 1,15 y 1,05 mg/l, cuando el límite es 0,25.

El segundo hecho sucedió la noche del pasado jueves, en la zona de Torneiros, en Mos. Una patrulla de Porriño que realizaba un control preventivo de alcohol y drogas en la EP-2402 vio como se acercaba un hombre conduciendo un ciclo de forma errática y con una trayectoria imprecisa. El ciclista, vecino de la localidad y de 49 años, dio 1,18 y 1,13 en las pruebas que se le realizaron.

Los hechos fueron denunciados a la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra. Ambos hombres pueden enfrentarse a multas de 1000 euros y la inmovilización del vehículo. Quienes van en ciclos y bicicletas tienen las mismas obligaciones en vías públicas que los automovilistas: la tasa máxima de alcohol permitida es de 0,25mg/l.