Un hombre de 34 años natural de Portomarín, Pablo G.A., aceptó ayer 12 años de prisión por tres delitos de agresión sexual y dos violaciones, una en grado de tentativa, a diversas mujeres entre junio de 2013 y noviembre del año 2015, en la ciudad de Lugo. La vista se resolvió con un acuerdo de conformidad. El acusado es hijo de un policía nacional. Su abogado defensor afirma que "era un chaval que llevaba desde 2013 pidiendo a gritos que se le curaran sus dolencias". Incidió en que padece un "trastorno sexual".