La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra retomó ayer el juicio contra los tres acusados de tráfico de drogas y asociación ilícita por su relación con el club cannábico de Pontevedra "Casa María". Los acusados son dos de los fundadores de la asociación, F.J.P.O. y L.A.F.L., que se enfrentan a penas de hasta cuatro años de prisión y F. B. B., uno de los socios y presunto colaborador de los anteriores, para quien la Fiscalía solicita una pena menor, así como la disolución de la asociación que todavía sigue en activo.

La vista oral continuó ayer con la declaración de varios de los socios de "Casa María" quienes, en la línea de lo ya alegado por uno de los fundadores en la primera jornada del juicio, insistieron en que la droga que se cultivaba en el local social de la calle Tristán de Montenegro de Pontevedra era para autoconsumo.

Varios de los socios del colectivo (quienes indicaron que todavía lo son y sigue en activo) explicaron que ingresaron en el club de la mano de otro socio o conocido y que todos eran consumidores que firmaron un documento "en el que se calculaba cuál sería la parte de cultivo que yo consumiría", con el objetivo de calcular así la cantidad de sustancia a cultivar y destinarla en su totalidad al consumo de los socios. Todos ellos señalaron su convencimiento de que "lo que hacíamos era legal" .

La defensa de los acusados también trató de combatir la validez del informe realizado por Sanidad sobre los vegetales incautados. Uno de los testimonios que se escucharon ayer fue el de un perito que aportaron las defensas quien aseguró que a la hora de realizar estos análisis de las sustancias incautadas "en ningún caso se han cumplido los protocolos internacionales" establecidos al respecto.