Diez meses y 15 días de prisión, así como el pago de una multa de 230 euros. Es la pena que aceptaron ayer en la Audiencia de Vigo cuatro acusados que, de forma sucesiva en 2010 y 2011, se dedicaron a pedir préstamos que después no abonaron o a realizar estas operaciones directamente con los establecimientos comerciales, sin pagar la mercancía. Junto a estas penas, las indemnizaciones a las que deberán hacer frente suman más de 50.000 euros. Todos ellos asumieron la autoría de un delito continuado de estafa y otro de falsedad en documento oficial y mercantil y se le aplicaron dos circunstancias atenuantes: la de dilaciones indebidas y la de reparación parcial del daño ya que, de forma previa a la vista, consignaron 6.000 euros.

Dos de los ya condenados, con la colaboración de los otros dos, realizaron estas operaciones, para lo cual aparentaban solvencia mediante la presentación de contratos, vidas laborales o nóminas "que no respondían a la realidad". Los préstamos o las operaciones de financiación fueron para compras de colchones, televisores o una furgoneta. Lo intentaron también en otras ocasiones sin éxito.