Los testimonios de varios ciclistas que descendieron por el sendero del Monte Alba de Vigo donde otro biker impactó con una gran piedra colocada presuntamente a modo de trampa, lo que le causó severas lesiones medulares, centró la segunda jornada del juicio contra el directivo y los tres trabajadores de la Comunidad de Montes de Valladares acusados del siniestro. Tres de los deportistas, que hicieron el camino esa misma tarde poco antes del accidente, declararon que no solo se toparon una, sino hasta tres piedras "atravesadas" en el medio de esa senda que era muy frecuentada por ciclistas. Una de ellas, situada tras un salto, fue la que provocó la paraplejia de Diego, el joven herido. Era la de mayor tamaño, coincidieron. "Peligrosa", describieron también. Y apenas "20 o 30 metros" más abajo había otras dos rocas, "más pequeñas" pero "llamativas", en un tramo de curvas peraltadas.

El fatal siniestro ocurrió pasadas las 18.30 horas del 4 de septiembre de 2014. El fiscal sostiene que, para "obstaculizar el paso" de los bikers por allí, los tres trabajadores acusados acababan de colocar esa tarde varias piedras por "orden" del cuarto imputado, José C.A., que era vicepresidente de la comunidad de montes. Sin testigos directos de este hecho clave, quienes comparecieron ayer en la Audiencia de Vigo fueron ciclistas que aquel día hicieron el circuito que centra este juicio. Los tres que se toparon con las piedras en medio del camino, incluida la que después ocasionaría el accidente, iban despacio y a pie ya que a uno se le había roto la cadena de la bicicleta. "Si no hubiéramos bajado con cuidado...", llegó a manifestar uno, en relación al peligro que esos obstáculos entrañaban.

Otra de las claves del testimonio de estos tres deportistas es que reconocieron a los tres trabajadores que se sientan en el banquillo como los integrantes de la cuadrilla que, en un todoterreno, les advirtieron en el monte poco antes de toparse con las piedras de que no siguieran por esa senda. "Nos pararon, nos dijeron que tuviéramos cuidado, que había obstáculos en el camino y que estaba el Seprona multando", dijo uno. "Lo hicieron con no muy buenas maneras, nos dieron unas explicaciones que no me parecieron normales", ahondó otro.

Lo cierto es que estos bikers hicieron caso omiso, siguieron con precaución por la senda, vieron las piedras referidas y, en una intersección del sendero con la carretera, se encontraron con dos ciclistas más que les contaron que más adelante también había árboles en el camino, motivo por el que acababan de telefonear a la Policía Local.

Identificaciones

Estos dos chicos también declararon. Ellos habían hecho la senda un poco antes que los anteriores, a las 17.30, y cuando pasaron todavía "no estaba" la gran piedra del siniestro. En su trayecto se cruzaron con personas "de la comunidad", algunas con "ropa de faena". De los cuatro acusados, solo reconocieron al directivo José C.A. -que niega haber ido ese día al monte-. "Estoy al 100% seguro, habló conmigo, nos dijo que no podíamos pasar por allí, que estaban hasta las narices", aseguró uno de los jóvenes. Su amigo también lo identificó, si bien acabó admitiendo, tras preguntar insistentes de las defensas, que "no lo recordaba bien" y que su compañero le acababa de decir, a las puertas del juicio, que "ese señor" era el que les había hablado en el monte.

Estos dos chicos, aquel 4 de septiembre y tras ver los árboles cortados en el camino, telefonearon a otro ciclista vecino del lugar, apodado Churrasco y muy conocedor del monte y de la ruta en la que se accidentó Diego. Este deportista fue otro de los testigos de ayer. "Cuando me avisaron les dije que llamaran a la Policía y al salir de trabajar fui al local de la comunidad de montes a recriminar aquello; estaba clarísimo que lo hacían para impedirnos el paso [a los ciclistas], estaban reventando el monte y tirando árboles en el camino", recuerda. Allí, en el local, discutió con José C.A. El vicepresidente de la comunidad, aseguró, se responsabilizó de los obstáculos. "Me dijo 'el monte es nuestro y no os quiero ver por ahí'", relató. En aquel tenso momento se enteraron del accidente de Diego, pero aún ignoraban la gravedad del mismo. "Si se cayó, que se levanté", fue lo que, según este joven, afirmó el directivo acusado.

Este mismo testigo vio más tarde la piedra del accidente. Por su posición original, más abajo, "alguien la movió a propósito". "Para arriba no pudo subir ella sola", ironizó.