La que era presidente de la Comunidad de Montes de Valladares cuando ocurrió el siniestro, Rosa Isabel Figueroa, negó ayer en el juicio que se viese con malos ojos la práctica de deporte por esos terrenos. "No había ninguna problemática con los ciclistas, no había ninguna queja", afirmó, refiriéndose también a una reunión en la que, dijo, lo que se aprobó por unanimidad fue diseñar un "roteiro" para estos deportistas. "Promovíamos este tipo de actividades en el monte de forma segura", señaló esta mujer.

Ella presenció la tensa discusión entre el directivo acusado del siniestro y el deportista de la zona que fue la tarde del accidente al local a pedir explicaciones: les responsabilizaba de "bloquear" el sendero. La mujer negó que José C.A. pronunciase una serie de frases que el ciclista le atribuye. También declaró que los acusados le aseguraron que ninguno de ellos colocaron piedras aquella jornada de septiembre en el monte.

La vista prosigue hoy con más testigos. En las dos primeras sesiones los abogados defensores han preguntado insistentemente si la zona del accidente estaba desviada del sendero principal o si ése y otros saltos del circuito fueron construidos por ciclistas. "Artificial solo hay uno [un salto]; el resto -incluido el del siniestro- son naturales; ese camino se llevaba usando de toda la vida para el ciclismo", les contestó un biker.