El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está estudiando a la jueza de Vigilancia Penitenciaria de Lugo, María Jesús García Pérez. La razón no puede ser más sorprendente: aclarar si García Pérez tiene una doble vida como vidente.

Según adelantó el periódico lugués El Progreso, el CGPJ recibió una comunicación donde se denuncia que se están colocando pasquines en los coches para promocionar a una vidente, que resultaría ser la jueza, aunque ella lo niega. La alta funcionaria controla los permisos de libertad de más de mil presos de tres prisiones en Lugo y Ourense.

García Pérez alega que es su "asistente" la que realiza las consultas -a razón de entre 15 y 20 euros cada una- pero un periodista del diario asegura que asistió de incógnito a una sesión de adivinación de la jueza, y comprobó que era ella misma la que lee las cartas e incluso vierte opiniones sobre el funcionamiento judicial.

Según aclaró una portavoz oficial del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, la información sobre el caso se remitió desde la Audiencia Provincial al TSXG y este, a su vez, lo envió al Consejo General del Poder Judicial. Este órgano es el "Promotor de la Acción Disciplinaria" y ha incoado diligencias informativas. En ellas se practicarán las actuaciones que se estimen necesarias para determinar la veracidad de los hechos y cualquier otra circunstancia que resulte relevante para la investigación. También se puede decidir apartar a la jueza de manera cautelar.

Esta no es la primera polémica en la que se ve envuelta la jueza en su carrera. En 2012, cuando ocupaba plaza en Santiago, los abogados presentaron una queja porque la mujer acudía con su gato a la sala de vistas. Antes, en Bilbao, recibió críticas por fumar en su lugar de trabajo.