Uno de los 18 acusados de integrar una banda nacional de contrabando de tabaco destinado a Galicia admitió ayer que conocía que en el interior de uno de los contenedores intervenidos había tabaco irregular y que le dijeron que recibiría 6.000 euros por facilitar la operación.

Los hechos se remontan a 2012, cuando se interceptó a uno de los acusados un contenedor en una nave del polígono La Estación, en Griñón (Madrid), cargado con 461.370 cajetillas de la marca Yesmoke. El contenedor había entrado en España por el puerto de Málaga y tenía como destino Galicia, en donde pretendía distribuirlo el silledense Manuel Gulías, uno de los cabecillas de la red, que será juzgado en una pieza separada del caso.

La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, acogió ayer la segunda sesión del juicio contra 18 acusados de pertenecer a una banda organizada de contrabando de tabaco, para los que el Fiscal solicita penas que van de 6 a 14 años de prisión. El director de la empresa de grúas de Madrid en donde fue intervenido el contenedor con el tabaco extracomunitario admitió que conocía que ése era el cargamento y que "sacó" 6.000 euros por prestar la nave.

Por su parte, los responsables de las empresas que realizaron el traslado y las gestiones ante Aduanas aseguraron desconocer que entre la ropa había un cargamento de tabaco extracomunitario. El juicio continúa hoy con las declaraciones testificales de los agentes de aduanas que intervinieron en el operativo.