Una familia magrebí que reside desde hace una década en Tui, y cuyo cabeza de familia se dedica a la venta ambulante, resultó ser la más golpeada por la violenta explosión sufrida ayer en paramos. La mujer, de unos 40 años de edad, falleció a consecuencia de la deflagración que arrasó su vivienda, situada al lado del almacén pirotécnico, su marido figura entre los desaparecidos y sus dos hijos fueron evacuados heridos al Hospital Álvaro Cunqueiro.

Un responsable de Menores de Vigo y la asistenta social de Tui acudieron al lugar de la explosión en busca de familiares de dos niños hospitalizados, y posiblemente hijos de la fallecida, al considerar que precisaban apoyo familiar.

En caso de no localizar a nadie de su sangre, la Xunta los tutelaría hasta que algún familiar se hiciera cargo de ellos. La comunidad magrebí de Paramos, muy afectada por el suceso, explicaba que un hermano del padre está en Algeciras, pero creían que no tienen a nadie en Galicia. "Aquí somos una gran familia, casi más que hermanos", exponía un portavoz de la comunidad marroquí en Paramos, donde esperaban noticias.

Varios adolescentes, amigos de uno de los hijos de la víctima mortal de la explosión, trataban de ponerse en contacto con él aunque sin éxito.

El suceso causó gran conmoción entre el colectivo de inmigrantes que residen en la zona. La mayoría de ellos se dedica, al igual que el marido e la víctima mortal, a la venta ambulante. Amigas y conocidas de la fallecida y su familia no podían contener el llanto.

Aunque la familia no interactuaba mucho con la gene del barrio, sí eran conocido y considerados "buena gente". "La veíamos llevar al niño pequeño al colegio en coche", explicaban.

El cuerpo quedó completamente calcinado a causa de las llamas y será la autopsia la que confirme su identidad de forma oficial. La comisión judicial, perteneciente al Juzgado de Instrucción 1 de Tui, en funciones de guardia, con los forenses, se personó en el lugar del siniestro y ordenó el levantamiento del cadáver a las 21.40 horas.