En los últimos seis meses tres graves ataques protagonizados por perros de razas catalogadas como potencialmente peligrosas se han sucedido en el área de Vigo. El último ocurrió hace solo diez días, cuando dos rottweiler agredieron a una mujer de 62 años en Redondela, causándole heridas graves que derivaron en el ingreso de la víctima en el Hospital Álvaro Cunqueiro. A la espera de si judicialmente se emprende alguna actuación -fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) señalaban que hasta este pasado jueves aún no se habían abierto diligencias-, los otros casos, ocurridos en noviembre, tomaron distintos caminos en los tribunales. Uno fue en Mos, donde un American Pitbull Terrier lesionó de gravedad a una septuagenaria. El can era de su hijo. Un juzgado porriñés archivó provisionalmente el caso al no apreciar materia penal. No pasó lo mismo con el brutal ataque de varios días antes en Covelo, donde dos perros, cruce de Dogo de Burdeos con Bóxer, se ensañaron con una vecina de 82 años: salvó su vida de milagro, pero tuvieron que amputarle las dos piernas por debajo de las rodillas.

Las diligencias que en el asunto de Covelo abrió el Juzgado de Instrucción 2 de Ponteareas siguieron adelante. Al dueño de los canes se le atribuyó la presunta autoría de un delito de lesiones. También comparecieron como investigados dos familiares del hombre, si bien, según el TSXG, se sobreseyó el procedimiento en relación a una de estas personas, una mujer, al no verse responsabilidad penal de la misma.

¿En qué fase se encuentra esta instrucción judicial? Pues, practicadas las diligencias necesarias, ahora solo se está a la espera del informe definitivo de los médicos forenses, donde, junto a las lesiones que sufrió, se determinarán entre otras cuestiones las secuelas que le quedaron a la víctima. Al perder las dos piernas, la octogenaria -viuda, con seis hijos y que hasta el suceso "se defendía perfectamente"- depende de otras personas. Personas que la conocen relatan que, tras haber estado casi mes y medio hospitalizada, la familia tiene ahora un coche adaptado. Vecinos suelen verla por ejemplo en misa. "Asumió lo que le ocurrió, anímicamente está bien; acude a rehabilitación", cuentan.

El informe de los forenses, en supuestos de estas características con lesiones severas, resulta clave. Por un lado, de cara a determinar, en el futuro juicio, la indemnización que le corresponderá a la perjudicada. Y en este caso concreto, explicaron las fuentes oficiales, también para la calificación penal de los hechos. Está claro que fueron unas lesiones, pero, en función de la gravedad y de la afectación -y en este caso la mujer perdió las piernas- se determinará qué tipo de delito de lesiones es entre lo que contempla el Código Penal.

Plazo

La investigación, aguardando por tanto por este informe y sin más pruebas ya que practicar, se ha topado con que se estaba agotando el plazo ordinario de la instrucción, que es de seis meses. Ante esta situación, y al entender el juzgado que la espera por el estudio médico forense no se encuentra entre los supuestos para declarar una causa compleja -y alargar así el período de pesquisas-, optó, solo a efectos formales para evitar que caduque el procedimiento, acordar el sobreseimiento de la causa. Es un cierre provisional. En el mismo auto judicial, de este pasado 6 de abril, ya se aclara que "procederá la reapertura" del caso una vez se tenga ese informe forense. Será entonces cuando se siga adelante con la tramitación de cara a elevarlo a juicio.