La Policía Nacional detuvo en Sevilla a tres sospechosos de matar y enterrar en sosa caústica bajo un pozo a otras tres personas. Los investigadores sospechan que los cadáveres pudieran pertenecer a los de la joven de 26 años Sandra Capitán y su hija Lucía de 6 años, desaparecidas hace un mes en Dos Hermanas y a la pareja de esta, un ciudadano turco de 55 años.

Aunque las actuaciones están bajo secreto judicial, fuentes próximas al caso señalaron que pudo haber sido uno de los detenidos el que habría indicado a los agentes dónde se hallaban los cadáveres. El responsable policial del operativo no ha precisado más detalles sobre los detenidos si bien el caso sigue abierto por lo que no se descartarían nuevos arrestos.

Los cuerpos humanos fueron hallados en sosa caústica en una vivienda ubicada en el número 168 de la calle Cerro Blanco de Dos Hermanas. Estaban enterrados bajo un losa de hormigón en un pozo de la casa. Fuentes del caso han confirmado que los cuerpos corresponden a un hombre, una mujer y una niña, y el delegado del Gobierno Antonio Sanz ha señalado que todo apunta a que se tratan de Sandra, su hija y su actual pareja -desaparecidos el 17 de septiembre de su domicilio en el barrio sevillano de Bellavista-, a la espera de la confirmación de las autopsias.

Los familiares de las víctimas aún no han identificado a las mismas debido a su deteriorado estado, ya que según las fuentes podrían haber muerto el mismo día de su desaparición, y su avanzado estado de descomposición ha sido agravado por la sosa cáustica usada para ocultarlos.

La Policía trata ahora de esclarecer el grado de implicación de tres detenidos con los cuerpos. A falta del estudio forense, ahora es "imposible determinar las causas de la muerte", ha añadido Sanz, que ha agradecido la labor de la Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencias, que han resuelto "un trabajo difícil y complejo por las características de donde estaban, en una fosa muy difícil de descubrir".