Carlos Álvarez Estévez, el hombre herido de gravedad el sábado al ser atacado por su vecino con una desbrozadora se encuentra en estado de muerte cerebral, si bien su hija de 22 años, Jéssica Álvarez, que también fue agredida con el mismo aparato al tratar de defender a su padre presenta una evolución favorable. El varón había ingresado en el hospital Álvaro Cunqueiro con graves heridas en su cabeza tras perder también mucha sangre a raíz de las heridas. Su estado habría empeorado por la noche y actualmente habría entrado en muerte cerebral. Por su parte, la joven presenta una evolución favorable después de someterse a una operación de más de siete horas de quirófano en la que se le intentaron reconstruir la cara y las manos.

El agresor, José Luis V. A. de 51 años y vecino de Vigopoco después del ataque por agentes de la Guardia Civil, que lo hallaron en su domicilio. El hombre fue trasladado al cuartel de A Cañiza para su posterior traslado a los calabozos de la comisaría de Pontevedra, donde pasó la noche. Se espera que a lo largo del día de hoy- si bien todavía cuenta con un margen de 48 horas- pase a disposición judicial en los tribunales de Ponteareas.

Enemistad

Las primeras hipótesis apuntaban a un enfrentamiento por unos terrenos y lindes lo que terminó desembocando en el brutal ataque. Los vecinos de la parroquia de Acha, en A Cañiza, conocían la enemistad de las víctimas con el arrestado, pero nunca imaginaron que se llegaría a esta situación. El presunto agresor siguió durante 50 metros a Carlos Álvarez cerca de los domicilios de ambos ya con la desbrozadora encendida y con la idea de atacar a la víctima. Tras esto, su hija Jéssica, que se preparaba junto a toda su familia para celebrar su comida de graduación, acudió para defender a su padre cuando fue agredida con la desbrozadora amputándole dos dedos y provocándole diversas heridas en los brazos. Cuando el progenitor vio que su hija estaba siendo atacada corrió a auxiliarla y fue cuando José Luis V.A. lo alcanzó y lo agredió con saña en la cabeza. La víctima perdió mucha sangre y fue trasladada de inmediato en un helicóptero medicalizado al Hospital Álvaro Cunqueiro, donde permanece ingresado desde el sábado.

La "guerra abierta" entre las dos familias, tal y como la calificó un vecino, viene de hace muchos años, y esta relacionada con derechos de paso, lindes y caminos. Algunas de estas disputa llegaron al Juzgado e incluso el Concello de A Cañiza tuvo que intervenir por una denuncia sobre las cuadras de los caballos de uno de ellos.

Con las casas pegadas, lejos de existir la deseada buena vecindad, "había odio". José Luis V.A. no reside permanente en Achas, ya que su vivienda habitual está situada en la ciudad de Vigo pero acudía algún fin de semana y algunos días sueltos para cuidar de esta segunda residencia y demás propiedades.