El acusado de disparar en la cabeza a su pareja después de una discusión que tuvo lugar en el interior de la Hamburguesería Piscis, en Chantada (Lugo), en la última noche de las fiestas que se celebran en la localidad en el mes de agosto -en el año 2014-, ha sido condenado a catorce años y medio de prisión.

La sala considera a Antonio Fernández Fente culpable de un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas.

Además, en concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la víctima, que sufre "un daño cognitivo severo", en más de un millón de euros por "las lesiones, secuelas, gastos de asistencia, obras de acomodación en vivienda y todos los gastos que se han de generar a lo largo de lo que resta de vida".

Para el tribunal, la intención de matar del acusado resulta "inequívoca", ya que el disparo se produjo "a corta distancia y en una zona vital".

El acusado aseguró en la vista oral por el crimen que no recordaba nada de lo sucedido como consecuencia de la gran cantidad de cocaína que había consumido ese día.

El fiscal y la acusación particular solicitaban para el procesado una pena de diecisiete años de prisión, catorce por un delito de asesinato en grado de tentativa y otros tres por tenencia ilícita de armas, además de una indemnización económica para la víctima que ascendía -en el caso de la acusación particular- a 1.278.000 euros.

La abogada de la acusación particular, Paz Polo, aclaró que la indemnización reclamada respondía a la situación de vulnerabilidad de la propia víctima, habida cuenta de que las secuelas del disparo la dejaron convertida en una persona totalmente dependiente.

"Es una persona totalmente dependiente. No se rige por ella misma. Tiene unas secuelas muy graves. Le truncó la vida por completo, porque no es capaz de comer, ni de vestirse, ni de nada. Ha quedado como un ser totalmente inválido", dijo la letrada.

Por su parte, el abogado que asumió la defensa del acusado, Jorge Temes, planteó lo sucedido como un caso de "lesiones accidentales", al haber actuado su cliente como consecuencia de la cocaína que había consumido la noche de autos, el 26 de agosto de 2014.

Durante su declaración en la vista oral, el acusado, Antonio Fernández Fente, explicó que ese día llegó al local de su propiedad pasadas las cuatro de la madrugada, cuando todavía estaban en su interior los tres camareros y su pareja desde hacía unos tres años.

Después de marcharse los camareros, los dos se quedaron dentro del establecimiento que regentaban, hasta que en un momento determinado cogió una pistola y le pegó un tiro en la cabeza a la mujer.

El acusado aseguró en la vista oral que no recordaba nada de lo sucedido, apenas algunas imágenes y "vagamente", como consecuencia de la gran cantidad de cocaína que había consumido ese día en poco tiempo, entre "un gramo y medio y dos gramos" en su propia casa, antes de acercarse a la Hamburguesría Piscis, y otros "cuatro o cinco" en el propio local.

"Tuve que hacerlo, lógicamente", dijo el acusado a preguntas de la Fiscalía, "pero no lo recuerdo". "Ignoro si lo hice, pero no soy consciente de haberlo hecho intencionadamente", insistió Antonio Fernández Fente, quien también aseguró en la vista oral que llevaba unas tres noches sin dormir a causa del consumo de cocaína.

De hecho, aseguró que, hasta ese día, mantenía una "buena relación" con su pareja, que sabía de sus problemas con la droga y también que había comprado la pistola en el mercado negro, a pesar de que no tenía licencia de armas, "por miedo" y por "precaución", a raíz de varios "robos" y de un "secuestro" del que había oído hablar en esa zona de la provincia de Lugo.

El acusado se encuentra en prisión provisional, en la cárcel de Monterroso, desde el 29 de agosto de 2014, mientras que la víctima, que a causa del disparo estuvo en coma profundo y sufrió secuelas muy graves, estuvo ingresada 212 días en el hospital.