Lo que iba a ser un largo juicio de una semana se reducirá a dos breves jornadas. La razón, el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y los abogados de los seis acusados de introducir 54 kilos de cocaína camuflados entre plátanos en un contenedor que llegó en octubre de 2014 al puerto de Marín. La vista arrancó ayer en la Audiencia viguesa con el interrogatorio a los procesados, que respondieron afirmativamente a la pregunta que les formuló el recién nombrado nuevo fiscal antidroga de la provincia de Pontevedra, Pablo Varela: la de si reconocían la autoría de los hechos. Una confesión que sustentará la circunstancia atenuante que reducirá aproximadamente a la mitad las penas que se solicitaban. Será hoy cuando el Ministerio Público expondrá en sala la nueva petición de condenas, todas por encima de las penas mínimas que contempla el Código Penal para los delitos que se atribuyen: si inicialmente oscilaban entre 18 años y medio y las más bajas de 10 años y medio de cárcel, la modificación dejará la más alta, la del cabecilla, en 9 años y 9 meses de prisión y las más bajas, en 6 años y 3 meses. Cuatro de los acusados permanecen en la actualidad en prisión.

El escrito de acusación provisional señalaba que los acusados integraban una organización que tenía como fin introducir cocaína en España. Antonio Manuel B.I. era el líder, daba las órdenes y negociaba con las redes en Sudamérica que proveían la cocaína. Este vecino de Granada ya fue condenado en 2006 a 17 años de cárcel y en su día fue uno de los narcos más buscados. Jesús M.B. era su mano derecha, mientras que Alejandro M.V. y Juan L.P., también, según ese escrito provisional, desempeñaban funciones al lado del cabecilla.

Finalmente, Alexander S. y Álvaro C.S. iban supuestamente a encargarse de sacar la droga del puerto una vez en Galicia. Un primer envío se frustró al ser aprehendido en Panamá, pero otro llegó a través del puerto de Marín oculto entre plátanos. La Guardia Civil tuvo conocimiento de los datos para localizar la carga, por lo que incautó el palé de fruta, en el que halló 54 paquetes de cocaína que hubieran alcanzado en el mercado ilícito un valor de más de dos millones de euros.

Conformidad

Finalmente, en este caso se suscribió un acuerdo entre fiscal y defensas. Francisco Miranda, letrado del principal acusado, destacó que se les tendrá en cuenta la atenuante de confesión, con lo que obtendrán una "sustancial" rebaja en las penas que inicialmente se demandaban. Mientras, otras fuentes próximas al caso calificaron el pacto de "razonable". "No es un acuerdo con penas mínimas; es ajustado a las circunstancias del caso y a la doctrina del Tribunal Supremo en recientes sentencias", señalaron.

En el principal delito, el de tráfico de drogas, se mantendrá la agravación por ser cantidad de notoria importancia, pero en vez de organización criminal, la calificación será la de grupo. A tres acusados que participaron en la planificación y organización de las tareas para traer los 54 kilos de droga se les considerará integrantes, y no así a los restantes tres, cuya colaboración se considera "más accesoria".

Se mantendrán las acusaciones de falsedad para dos de los procesados, entre ellos el cabecilla, que usó dos identidades falsas.Y además de penas de cárcel y multa, la Fiscalía solicitará el comiso definitivo de los efectos incautados: 12 vehículos, más de 28.000 euros, un inmueble, teléfonos y otros soportes o un reloj Bulgari. Las fuentes destacaron el trabajo del grupo ECO Galicia de la Guardia Civil, resaltando también la investigación patrimonial efectuada. Hoy, tras declarar varios agentes y un perito -s e renunció a la mayoría de testigos-, serán las conclusiones de las partes.