Al filo de la pasada medianoche, miles de conductores se vieron atrapados en un megaatasco en la AP-9 en Vigo en dirección a Pontevedra debido a las obras de la ampliación de Rande, sin contar con la previsible salida de centenares de vehículos de aficionados al término del partido Celta-Real Madrid. El colapso se prolongó durante una hora.

Incomprensiblemente, las obras nocturnas de ampliación de la autopista en el tramo de Vigo se mantuvieron como cualquier otro día sin que ni Audasa ni ninguna autoridad contemplasen el retorno masivo de aficionados procedentes de otras localidades a la conclusión del encuentro de Copa en Balaídos.

Las constructoras cerraron uno de los dos carriles para la reforma, como cada noche. La lluvia complicó aún más la situación para desesperación de los conductores.