"Si de 300 o 400 menores con los que estamos conseguimos que un 10% nos hagan caso, que no crucen cuando el semáforo está en rojo, que se pongan el casco cuando van en la bicicleta....; pues ya ha merecido la pena". Con 30 años de experiencia a sus espaldas, José Vilar, subteniente de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, conoce de primera mano la problemática de la seguridad vial. Por eso, pone en valor actividades didácticas como las que esta semana le han llevado al Colegio Cemar en Mondariz Balneario. Allí, a través de charlas, juegos o el despliegue de bicicletas y karts en el patio, lo que buscan es concienciar a niños y adolescentes sobre los riesgos de la carretera y la necesidad de cumplir las normas para bajar la siniestralidad. Fue el centro escolar el que pidió que se celebrasen estas jornadas, algo que no es una excepción. Prueba de ello es que el Instituto Armado, en el marco del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar en los centros educativos, ha recibido durante este curso más de 150 solicitudes de colegios de toda la provincia pontevedresa para formación en materias no solo centradas en la seguridad vial, sino también en nuevas tecnologías, drogas y alcohol, acoso escolar o violencia de género.

Durante tres días, desde el martes y hasta hoy, los alumnos de entre 3 y 16 años de este centro de Mondariz Balneario conviven en horario escolar con la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra y personal técnico de la Jefatura Provincial de Tráfico dependiente de la DGT. "Lo que queremos es transmitirles los riesgos de la carretera para que tomen las decisiones adecuadas; sensibilizarlos de las consecuencias de los accidentes, ellos también pueden poner de su parte para disminuir la siniestralidad", afirma Elena Rodríguez, coordinadora de educación vial en la Jefatura de Tráfico pontevedresa. El reto es importante, ya que los accidentes e infracciones al volante son una problemática a atajar. Galicia acaba de cerrar un año negro con más de 100 fallecidos en sus viales y en este 2017 que acaba de empezar ya hubo siniestros mortales. La velocidad y las distracciones motivan numerosos accidentes y el consumo de alcohol y drogas están demasiado presentes.

"Es muy importante insistir a los chavales en esta materia", afirma Vilar. En la formación de estos días una de las partes más lúdicas es la pista de bicis y karts en el patio del colegio. Así también se puede enseñar. Cómo se deben trazar las rotondas, cuáles son las señales básicas, las precauciones a adoptar sobre una bicicleta... También les instruyen sobre los cuidados que deben tener como peatones y, en el caso de los alumnos próximos a la mayoría de edad, algunos consejos ya se centran en los ciclomotores y los coches.

Lo positivo, señalan tanto José Vilar como Elena Rodríguez, es el interés que aprecian en los estudiantes. "Los más pequeños nos cuentan las infracciones que ven en la carretera relacionadas con semáforos, con excesos de velocidad...; y los más mayores tienen curiosidad no sólo por la normativa de la conducción, sino sobre los efectos del alcohol y las drogas", cuenta la responsable de educación vial de la Jefatura de Pontevedra. Y hay una recomendación para los jóvenes en la que incide el subteniente: "Que se porten bien en la carretera, que cumplan las normas, que tengan su propia personalidad y no se dejen influir al volante".