La Policía Nacional prosigue la investigación del crimen de Ana Enjamio, la joven ingeniera natural de Boqueixón asesinada a puñaladas en el portal de su edificio en Vigo a manos supuestamente de un compañero de trabajo con el que había mantenido una relación sentimental, quien fue enviado a prisión provisional por la juez instructora. Fuentes próximas al caso confirmaron que se sigue buscando tanto el arma como el teléfono móvil de la víctima, que los investigadores sospechan que el presunto agresor, el vigués César Adrio, se llevó consigo para revisar las llamadas y mensajes de WhatsApp.

Una de las principales hipótesis es que el móvil de este crimen ocurrido el pasado diciembre fueron los celos. La Policía espera los resultados de varias pruebas, entre ellas de ADN, de huellas dactilares y las relativas a las operadoras de telefonía sobre posicionamiento y tráfico de llamadas tanto del móvil del sospechoso como del de la fallecida.

La triangulación de los terminales es clave tanto para conocer el recorrido del teléfono del investigado la madrugada del crimen como para comprobar si el móvil de la víctima se cruza con el anterior en el mismo momento y lugar. También para saber donde se pierde la señal del teléfono de Ana Enjamio. Las fuentes consultadas señalan que se prevé que en breve se disponga ya de los resultados de al menos varias de las diligencias relativas a los móviles. Las pesquisas, declaradas secretas, las instruye el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo.