La Fiscalía de Düsseldorf (Alemania) responsabiliza solo al copiloto Andreas Lubitz de la catástrofe del avión de Germanwings que, en 2015, estrelló deliberadamente contra los Alpes franceses con 150 personas a bordo. Ninguno de los médicos que trataron al copiloto en los meses anteriores a la tragedia pudo establecer un riesgo de suicidio. La Fiscalía desestima las denuncias por presunta negligencia de los médicos.