Un multitudinario adiós ha despedido a los jóvenes fallecidos en el trágico siniestro que se produjo en la madrugada del lunes en el municipio ourensano de Monterrei. Centenares de personas se han acercado a dar el pésame a las familias de los dos fallecidos.

Nerea Fernández, de 20 años, ha recibido sepelio esta tarde en la iglesia parroquia del San Cibrao, en el municipio de Oimbra. Pablo Queijo, también de 20 años, ha sido enterrado en Laza tras la ceremonia en la iglesia parroquia de Trez. En ambos funerales, con una numerosa asistencia, se han vivido escenas de profundo dolor. Muchos jóvenes, amigos de las víctimas acudieron a los sepelios.

El funeral de Nerea Fernández contó con amplia representación política, ya que ella era hija de Raúl Fernández, secretario provincial del PSOE, diputado autonómico y exalcalde de Castrelo do Val. Entre los presentes estaban el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, así como un nutrido grupo de compañeros de partido del padre de la fallecida, entre ellos el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la exdiputada ourensana Laura Seara.

La noticia del accidente causó una gran consternación en la zona, donde los dos jóvenes eran muy conocidos. El siniestro ocurrió en torno a las 2.15 horas en el punto kilométrico 1.800 de la OU-1021 que une Verín con Arcucelos. Según informó la Guardia Civil, el conductor del vehículo - un Audi 90- perdió el control del mismo tras una curva, lo que causó su salida de la vía. El coche circuló más de 100 metros por un prado hasta que impactó con un poste de hormigón del tendido eléctrico que quedó partido por la mitad.

Fue necesaria la intervención de los bomberos de Verín, ya que los ocupantes quedaron atrapados en el interior del vehículo. Para que los servicios de emergencias pudiesen realizar su labor fue necesario cortar la electricidad del alumbrado ante el riesgo de electrocución. Las tareas de rescate de los cuerpos se prolongaron durante una hora. El alcalde de Monterrei, José Luis Suárez, apuntó ayer por la tarde que "el exceso de velocidad y la falta de visibilidad por niebla" podían ser las causas del fatal siniestro.