La Policía Nacional de Vigo detuvo a un presunto traficante acusado de apuñalar a un cliente habitual tras una discusión por el desacuerdo entre ambos por el precio de la heroína que la víctima había ido a comprar: el herido relató que el hombre le reclamaba diez céntimos más que él no tenía. Ocurrió en la calle Eira de la urbe olívica. Los agentes se incautaron en la vivienda del arrestado de más de 200 dosis de heroína, hachís y material para manipular la droga, así como joyas que se cree que recibía como pago por la droga, teléfonos móviles y dinero. El Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo, en funciones de guardia, dejó en libertad provisional al detenido, que debe comparecer cada 15 días en el juzgado y al que se investiga por delitos de lesiones y tráfico de drogas al menudeo. El presunto agresor tiene 28 antecedentes policiales, la mayoría por drogas, alguno por robo y le consta uno de homicidio doloso en el sur de España.

Ocurrió la tarde del miércoles Fue la supuesta víctima la que alertó al llamar al 091 y avisar de que acababa de ser apuñalado y sangraba abundantemente. Una patrulla fue a socorrerlo, al tiempo que se dio aviso al 061. Una vez en el lugar, los efectivos se toparon con el varón, quien gritaba que habían intentado matarlo y que presentaba numerosos cortes, informan fuentes policiales, en manos -los más profundos-, pecho y abdomen.

Mientras los agentes intentaban detener la hemorragia y calmarlo, el hombre les contó que había ido a la casa de un conocido a comprar heroína -solía ir dos veces al día- y que hubo una discusión por el precio del estupefaciente. La disputo subió de tono y, según el perjudicado, el vendedor sacó una navaja y lo apuñaló de forma repetitiva en el pecho y el abdomen, logrando la víctima protegerse de algunas de las cuchilladas con las manos. La versión que daría después el detenido fue distinta: éste alega que fue el cliente el que sacó la navaja e intentó agredirlo y que él actuó para defenderse.

Tras la llegada de los sanitarios y de una segunda patrulla al lugar donde toparon al herido, los policías descubrieron un rastro de sangre que los llevó a la vivienda del supuesto agresor. El propio varón les abrió la puerta y, dentro, los efectivos apreciaron una gran mancha de sangre y muebles rotos, por lo que procedieron a su arresto . Y ante la sospecha de que pudiera haber drogas en la casa, pidieron autorización judicial para el registro, hallando heroína, hachís, dinero, teléfonos móviles y, entre otros efectos, joyas sobre cuya procedencia se indaga.