El juicio contra la banda que asaltaba furgonetas de reparto no fue el único por robo celebrado ayer en Vigo. En el Juzgado Penal 3 hubo otra vista de conformidad en la que un ladrón aceptó 3 años de prisión por desvalijar dos viviendas, una escuela de joyería y sustraer asimismo unos 300 euros en efectivo en una academia de baile en un período de apenas cinco meses. Tres personas que colaboraron con el principal acusado vendiendo parte de las numerosas joyas sustraídas en establecimientos fueron sentenciadas por encubrimiento.

Los robos ocurrieron entre marzo y julio de 2014. Dos de los asaltos ocurrieron en viviendas: el autor se hizo en ambos casos con una cantidad enorme de joyas, entre otros efectos. Una academia de baile fue escenario de otro robo, al igual que un taller de joyería en el que el ladrón logró también un cuantioso botín. La mayoría del material fue recuperado. Uno de sus colaboradores era su novia.