Las pruebas y su testimonio fueron tan abrumadores que el interrogatorio fue rápido. El joven François Patrick Nogueira Gouveia se declaró ayer autor del cuádruple crimen de Pioz, en Guadalajara, y la Fiscalía pidió para él prisión provisional. En el horizonte, una posible condena de cárcel permanente revisable, sobre todo por la circunstancia de asesinato de los dos niños. Con víctimas de tan corta edad se contempla el agravante de alevosía.

El juez decretará con toda seguridad esa prisión provisional, atendiendo a los argumentos de la fiscal: "por la gravedad de los hechos y la ausencia de arraigo en el país" para asegurar así su permanencia en España.

Según indicaron fuentes de la investigación, el joven, de 20 años, confesó a la Guardia Civil que fue él quien asesinó a sus tíos y a los dos hijos de éstos, dos niños de 4 y 1 año, aunque ofreció hasta ahora muchos detalles más. Por la tarde fue puesto a disposición del juez, que también le tomó declaración.

El joven llegó el miércoles a Madrid, en un vuelo procedente de Sao Paulo, después de entregarse voluntariamente tras las conversaciones que los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de este cuerpo en Guadalajara mantuvieron durante varios días con la familia de Patrick en Brasil. Los familiares le convencieron de que tenía que presentarse a la Justicia en España, tras la investigación de la Guardia Civil que arrojaba pocas dudas sobre la autoría de los asesinatos. En la decisión parece que pesó el hecho de que las condiciones carcelarias en España serán mucho mejores que las que podría tener en su país, Brasil.

El hallazgo de ADN de Patrick Nogueira Gouveira en el chalé de la familia descuartizada en Pioz fue clave para que la Guardia Civil lo situase en el lugar del crimen y por lo tanto lo consideren como el presunto asesino de este cuádruple crimen.

Fuentes de la investigación detallaron que el joven de 19 años y sobrino del padre de la familia fallecida mató primero a la mujer, Janaina, y luego hizo lo propio con los dos menores, de uno y cuatro años. La reconstrucción del crimen sitúa al padre fuera del hogar, donde fue abordado a su vuelta por su sobrino, quien tampoco dudaría en acabar con la vida de su tío. Los hechos se produjeron en la noche del sábado 17 de septiembre. Los cuerpos de la familia fueron hallados en diferentes bolsas repartidas por el salón del chalé, que habían alquilado unos meses atrás. Estaban empadronados en Pioz desde el pasado 21 de junio.