"Yo solo recogí el paquete en mi casa. Como mi madre trabaja me dijo que había dado mi dirección y que era para una amiga suya, por eso no venía a mi nombre aunque yo firmé la recogida. Si hay alguna estafa ella sabrá". Así se defendía ayer una joven viguesa, la única acusada por esta presunta estafa para hacerse con un anillo de los promocionados como "suspiros de diamantes" y valorado en 1.360 euros que nunca se pagó.

El fiscal sostiene que el 2 de febrero de 2009 la acusada llamó por teléfono al servicio de televenta de SA De Promoción Ediciones e identificándose con un nombre ficticio adquirió el anillo, acordando el pago en plazos mensuales "que nunca pensó pagar". Por eso, sostiene, domicilió los abonos en una cuenta cancelada en el Banco Santander de la que había sido titular su madre y recibió personalmente el paquete en su domicilio y firmó la entrega. Después, añade el Ministerio Público, no contestaba las llamadas del teléfono que facilitó al vendedor para comunicar con ella, ni el correo con acuse de recibo que le remitieron a su domicilio.

La joven manifestó que fue su madre quien le dijo que no firmara ninguna carta certificada y por teléfono en una ocasión le dijo al vendedor que no había recibido el anillo: "Pero mi marido me dijo que si volvían a llamar dijera la verdad y eso hago".