Durante sus casi treinta años de historia han compartido la pasión por la bicicleta y la montaña, pero desde el sábado todavía los une más el dolor tras el atropello mortal en A Guarda. Las peñas ciclistas Miñor Bike y Val Miñor son las familias deportivas de la única víctima mortal del siniestro y de tres de los heridos, dos de ellos muy graves. Ambas tienen base en Nigrán, salen de ruta desde A Ramallosa y se muestran "rotas" por lo ocurrido.

No son rivales, sino todo lo contrario. Y menos aún en estas circunstancias. Son dos grupos de gente que ama el deporte de forma paralela y hermanada a la vez, según afirman sus representantes. El antagonismo de sus apodos no quiere decir que haya piques entre ellos, sino tan solo sentido del humor. Los Miñor Bike se llaman también "Os Bravos" porque así los han bautizado los Val Miñor, explican. Empezaron a denominarlos así para definir con retranca su gusto por las rutas más difíciles en los montes y el nombre ha calado. En contraposición, los Val Miñor han adoptado el sobrenombre de "Os Mansos" para diferenciarse "con muy buen rollo". La realidad es que, finalmente, todos se divierten por igual a la hora de sortear piedras, ramas y barro cada fin de semana por los montes de la comarca y participan juntos en eventos como la Nigrán BTT que organizan cada año los Val Miñor.

Bromas comunes aparte, las últimas horas han sido las peores de la trayectoria de ambas agrupaciones. "Ñito", como se conoce en la zona al fallecido, vecino de la parroquia nigranense de Parada de 52 años, formaba parte de la peña Miñor Bike, que suma una treintena de miembros. Su presidente, Joaquín González, se mostraba ayer "destrozado", igual que sus compañeros.

"Todo lo que se pueda decir de él es poco. Era una gran persona. Gran amigo y compañero", destacaba emocionado tras el terrible accidente. La última vez que compartieron ruta fue el pasado día 6 de marzo: la Eurocidade BTT entre Tui y Valença. La peña suele organizar los fines de semana en dos jornadas, los domingos los dedica a la montaña y los sábados a la carretera. Este último, Joaquín optó por salir al monte en lugar de pedalear por la PO-552 hacia A Guarda, como hicieron "Ñito" y Javier González, el otro integrante de la agrupación que se recupera de sus heridas en Povisa. "Es terrible. No hay palabras para explicar todo esto", destacaba mientras piensa ya en cómo rendir homenaje al compañero que no olvidará jamás.

Atribuye el siniestro a la "mala suerte", pero lamenta al mismo tiempo la inseguridad del carril bici en el tramo entre Oia y A Guarda, por los bloques de hormigón que lo separan de la carretera y actúan como "muro infranqueable",. Llama la atención asimismo sobre la necesidad de reflexionar sobre los límites de edad para conducir.

La idea se extiende entre "Os Mansos", un grupo de medio centenar de aficionados al ciclismo que sigue con gran preocupación el progreso de dos de sus camaradas deportivos: José Antonio Vilán y Diego Freiría, ambos ingresados en el Álvaro Cunqueiro de Vigo con pronóstico muy grave. "Sentimos mucho dolor por lo ocurrido y por la situación que están pasando las familias de los compañeros", afirman.