La Guardia Civil investiga la estafa denunciada por un empresario vigués que compró 50.000 kilos de cobre reciclado en China, por el que pagó unos 200.000 euros, y recibió un contenedor repleto de ladrillos de cemento macizo. Los dos contenedores en los que llegó el material al Puerto de Vigo tenían los precintos cambiados, es decir no eran los originales, por lo que se sospecha que el cambiazo se dio en el puerto asiático.

El empresario vigués, que regente un establecimiento de compraventa de oro y joyas, y que también tiene negocios de importación de metales contrató el pasado mes de noviembre las 50 toneladas de cobre, que llegaron tras cincuenta días de travesía a Vigo. En el momento de abrir los contenedores se comprobó que los precintos no eran los mismos con los que había salido de China, por lo que se alertó a la unidad Fiscal del servicio de la Guardia Civil en la rada viguesa.

Entonces se comprobó que la mercancía que figuraba como cobre, había sido sustituida por bloques de cemento.

Esta no era la primera compra que el empresario vigués hacía en China, pues había traído otros contenedores con acero, níquel y cobre sin ningún problema. Se trata de metales reciclados cuyo precio es mucho menor que en España, donde existe un gran mercado para su venta. De hecho, el material que no se recibió estaba ya prácticamente vendido.

La firma viguesa cuenta con personal en el puerto de embarque en China, si bien consideran que en esta ocasión "se la han colado" también a sus propios consultores en el país asiático.

La operación de importación, como es habitual, en este tipo de transacciones comerciales, estaba asegurada y una vez que se cierre la investigación y se compruebe que el cambio de material tuvo su origen en China, la compañía de seguros hará frente a las pérdidas.

Este tipo de estafas no son habituales en los contenedores que entran por el Puerto de Vigo, si bien empresarios de otros puntos de España han tenido algún problema similar con proveedores chinos.