Familiares de los dos fallecidos en el doble crimen pidieron ayer "justicia" en dos concentraciones de repulsa que tuvieron lugar primero en Crecente y una hora después en Arbo. Durante las concentraciones exigieron "que todo el peso de la ley recaiga sobre el culpable y cumpla íntegramente la pena que le impongan, que no se le aplique ningún tipo de beneficio penitenciario, ni reducción de condena". Tras el acto de Arbo, al que asistió la secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella, las familias de las dos víctimas se abrazaron.

"Familia y amigos solo podemos hacer una cosa por Bea y por Sergio, que es pedir justicia. Justicia para que un acto tan brutal como este, que arranca de nuestros lados a nuestros seres queridos, sea investigado minuciosamente para que el autor acabe en la cárcel", manifestaron los allegados de las víctimas.

La primera concentración tuvo lugar en Crecente a las 12.00 horas, y a la misma acudieron allegados y vecinos de las víctimas, que se mostraron visiblemente afectados por lo ocurrido. Posteriormente la comitiva se desplazó hasta la plaza del Ayuntamiento de Arbo, donde se concentraron desde las 13.00 horas.

En ambos municipios todos los presentes guardaron cinco minutos de silencio, que concluyeron con largos aplausos. Tras estos minutos, la vecina y amiga de la familia de la mujer fallecida, María del Carmen Gil, y una amiga y también vecina de Sergio, Fabiola Durán, fueron las encargadas de leer un comunicado conjunto en Crecente y Arbo, respectivamente.

Durante la lectura destacaron que el viernes " tuvo lugar el crimen de dos personas inocentes, del que todo hace indicar que se trata de un caso de violencia de género, una terrible lacra que sacude a nuestra sociedad y ante la que nadie puede permanecer indiferente".

"La más enérgica repulsa y condena" por ambos fallecimientos y hacia "cualquier otra agresión que tenga que ver con la violencia de género", indicaron los comunicados. Además, hicieron un llamamiento a toda la sociedad para "que se comprometa de un modo claro a rechazar frontalmente esta abominable violencia de los que se creen en una posición dominante y se consideran dueños de la vida ajena, sembrando dolor y desconsuelo en las familias".