La aparición del cadáver del gondomareño Jaime Carrera eleva todavía más la trágica lista de empresarios de Galicia que emigraron a Venezuela y fueron allí víctimas de sucesos violentos. Desde el año 2012, y con este último caso, ya son al menos cuatro los gallegos fallecidos a consecuencia de asesinatos. Y un quinto, Juan José Cortés, natural de Cambre (A Coruña), fue secuestrado hace casi tres años y nunca apareció.

El ourensano Serafín Francisco Feijó falleció en un asalto en octubre de 2012, un crimen perpetrado en las cercanías de Caracas. Un año después, en octubre de 2013, perdía la vida Adolfo Núñez Segade, hijo de emigrantes de Silleda, tras sufrir varios disparos también en Caracas cuando intentaban robarle el coche. Y en noviembre de 2014, hace apenas siete meses, murió Pablo Jato García a tiros en su finca de Los Llanos. Este último era natural de Triacastela (Lugo).