Miedo en la ría. Un barco de Cíes, "Palleiro Cuatro", de la naviera Bahía Sub, con 104 pasajeros a bordo quedó a la deriva, ayer por la noche, durante tres cuartos de hora debido a una avería en el motor diez minutos después de salir de las Islas Cíes. El barco averiado acudió al muelle de Rodas a buscar a las 104 personas que se habían quedado en tierra, después de que el catamarán de las 20.45 horas transportara a 250 excursionistas y se quedaran sin plaza. El "Palleiro Cuatro" llegó a las 21.30 horas a Rodas, ya con las quejas de los viajeros por su escaso tamaño.

Al poco de ponerse en marcha comenzaron los problemas. Los pasajeros pudieron ver cómo el motor echaba humo y había trasiego de agua para intentar refrigerarlo. Se quejaban de la falta de información por parte de la naviera. Alguien pudo averiguar que un plástico se había introducido en el motor y averiado el sistema de refrigeración, de ahí el humo y la necesidad de utilizar botellas llenas de agua para enfriarlo. No hubo escenas de pánico, pero sí se vivieron momentos de mucha tensión entre el pasaje, entre el que había muchos niños. Los viajeros del "Palleiro Cuatro" procedían de Vigo, principalmente, O Morrazo, Pontevedra y también Ponteareas. Entre los atrapados figuraba un club de lucha olímpica de Vigo, con 47 personas.

La música se apagó dentro del "Palleiro Cuatro" y el vaivén del barco, al estar a la deriva provocó más mareos que los de costumbre. Y mientras unos pedían información urgente y utilizaban sus móviles para avisar de lo que ocurría, otros no podían ni hablar: temían a la noche y al peligro de realizar transbordo en plena ría. Al final no se hizo la temida evacuación. La tripulación esperó a que el motor se enfriara y 45 minutos más tarde logró encenderlo de nuevo-. A pocos nudos de velocidad, y muy pendiente de que el motor no se recalentara, el "Palleiro Cuatro" llegó al puerto de la estación marítima de Cangas alrededor de las 23.00 horas, escoltado por un catamarán de la empresa por si era necesario remolcarlo.

Hubo mucha gente que nada más desembarcar besó el pantalán. Habían pasado miedo y lo reconocían. Se quejaban de la escasa información recibida, del hecho de que se vendieran billetes de más, que fue lo que hizo que acudiera este barco a realizar el transporte. Miembros de un grupo de senderismo de Pontevedra anunciaron que interpondrían denuncias y que un miembro de Parques Nacionales les había comentado que la semana pasada también pasó lo mismo con 700 pasajeros que tuvieron que ser transportados en varios barcos. "Pasamos un mal trago, la verdad", comentaban unas excursionisas de Ponteareas. Los que tenían como destino Vigo embarcaron en otro barco de la empresa, a regañadientes.