El accidente aéreo ocurrido en el vuelo de prueba del Airbus en Sevilla, llevó ayer a Alemania y a Reino Unido a suspender los vuelos en este tipo de aviones. El Ejército alemán anunció que suspende los vuelos de prueba del avión de transporte militar A-400M, que le fue suministrado el pasado diciembre, hasta que se aclare el motivo del siniestro.

El modelo "Grizzly" es un Airbus, empresa que tiene una planta de ensamblaje en el aeropuerto de San Pablo de la capital andaluza, desde el que hace pruebas. Se trata del avión militar de hélice más grande del mundo. Su producción industrial arrancó en 2011. El proyecto de este avión nació en 2003 tras el acuerdo de siete países (Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo) que se comprometieron a comprar 180 unidades. Francia, Turquía y Reino Unido ya han recibido algunas de sus unidades.

En el caso de España, el Gobierno ha comprometido la compra de 27 aviones de este modelo. La primera entrega estaba prevista para el inicio de 2016. El objetivo es reemplazar a los aparatos estadounidenses de transporte táctico Hércules C-130, en servicio en el Ejército del Aire desde 1973.

El programa tenía previsto una inversión de 20.000 millones de euros, desembolso que se ha visto incrementado en otros 11.000 millones por la cantidad de tecnología que precisa este modelo.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se desplazó hasta el lugar del accidente del A-400M en Sevilla, donde afirmó que exigirá a los responsables de Airbus la "máxima transparencia posible" y que detallen a la opinión pública qué ha ocurrido, tras esperar que este accidente "no comprometa el proyecto europeo".

El A-400M ya está operando en Francia, Turquía, Reino Unido y Alemania, aunque también han realizado pedidos España, Bélgica, Luxemburgo y Malasia. El origen de este avión militar se remonta a 1982, cuando cuatro empresas se unieron para desarrollar un sustituto para los aviones de transporte militar Hércules, fabricado por la norteamericana Lockheed.