Dos gijoneses y un venezolano han sido detenidos a 200 millas de la isla francesa de Martinica, en el Caribe, cuando navegaban en un yate, el Silandra, con 2,2 toneladas de cocaína, alijo valorado en 100 millones de euros. Los narcos acababan de trasladar la droga al yate desde un barco mayor, y se dirigían al parecer a España. Uno de los arrestados es José Luis Folgueras Álvarez, antiguo etarra de 63 años que fue máximo responsable de infraestructura de la banda terrorista en Galicia, ya apresado en 1996 con 150 kilos de cocaína en Jaén. A Folgueras, en su época de etarra (desde 1978) se le conocía con los alias de Don Pelayo, Pascual, Segura, Enrique y Miguel. El otro gijonés es Luis Roberto Sánchez Arija, de 40 años, con antecedentes por tráfico de drogas (según los aduaneros franceses), dueño de una empresa de construcción en Gijón y de una conocida familia de pescadores. El tercer arrestado es el venezolano Juan Carlos Yovera, de 37 años de edad.

Es el mayor alijo aprehendido por los aduaneros franceses, y es la culminación de tres operaciones (Pig, Sisi y Castillejo) en la que han participado los grupos de Galicia y Levante de la UDYCO, la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA) de Asturias, la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) británica y la Dirección de Inteligencia e Investigaciones de Aduanas (DNRED) francesa. Los investigadores consideran que han dado un duro golpe a una red especializada en el transporte de cocaína entre América y España.

Las alarmas saltaron hace unos seis meses, cuando Folgueras compró el Silandra en un bar por medio millón de dólares. Sus antecedentes como etarra y narco hicieron saltar las alarmas. El yate, registrado en las británicas Islas Caimán, también en el Caribe, salió el pasado martes hacia Europa, por lo que se informó a los investigadores españoles, que movilizaron al buque de Vigilancia Aduanera Petrel, con base en A Coruña.

Pero el barco viró sorpresivamente hacia el sur, donde presumiblemente se encontró con un buque de mayor tamaño, desde el que se trasladó la droga a la embarcación de los detenidos. Esta circunstancia motivó la decisión de interceptar el yate, con bandera falsa de Estados Unidos, el miércoles. El abordaje se hizo en medio de una fuerte marejada y los narcos se negaron a facilitar la entrada de los aduaneros, por lo que los buques tuvieron que interponerse en su trayectoria.

En el yate había 80 fardos de cocaína: 2.250 kilos. La droga iba en diferentes habitáculos de la embarcación, repleta hasta los topes de droga. La embarcación fue escoltada hasta Fort-de-France, capital de la isla antillana.

Juez

Los detenidos serán presentados ante el juez para responder de delitos que conllevan penas de entre 10 y 20 años de prisión. Se cree que el destino de la droga era España. Michaël Lachaux, de la DNRED, no se mostró sorprendido por la presencia de un exetarra en esta operación. "Hay un perfil que encontramos de tiempo en tiempo, de antiguos terroristas que se reciclan en actividades de contrabando", dijo. Folgueras es un viejo conocido de las autoridades francesas, que lo detuvieron en la frontera de Hendaya en 1994, tras encontrarle una pistola.

Según los franceses, la incautación de este alijo es fruto de dos años y medio de trabajo, ya que en 2012 se inició un plan para acabar con el uso de las Antillas francesas como una de las lanzaderas en el transporte de la cocaína a Europa. Los narcos colombianos, bolivianos y peruanos utilizan esta vía por su cercanía con las zonas de producción. Para los franceses, se trata de un gran éxito. Es la mayor cantidad aprehendida por este cuerpo, y supone justo un tercio de la cocaína de la que lograron incautarse el año pasado.