La autoría del tiroteo ocurrido el viernes en Vigo está clara. El porqué, ya no tanto. José Blanco Crespo, Blas, redondelano de 44 años que tenía a sus espaldas un amplio historial delictivo por tráfico de heroína, fue el individuo que se presentó en el taller de la víctima, Ángel Rodríguez Pereiro, de 47, y lo mató de tres tiros. Lo que ha tratado este fin de semana de desenmarañar la Policía Nacional, a base de interrogatorios e indagaciones, es el móvil del crimen: qué llevó a Blas, que acababa de salir de prisión hacía pocos meses tras varios años encarcelado, a asesinar sin importarle que hubiese testigos delante a uno de los conocidos como Gemelos de Cabral. Y después, y esto es lo que más desconcertó a los investigadores, a acabar con su propia vida disparándose en la cabeza: no lo logró en un primer momento, pero acabaría falleciendo en el hospital.
Dado los antecedentes del agresor, los agentes indagan si el ambiente de las drogas podría estar relacionado. Y si hay algún tipo de motivo de índole más personal como detonante. En Vilar de Infesta, de donde era natural José Blanco, su entorno cree que "algún problema personal", quizás ya antiguo, pudo haber influido en este hombre, que conocía a la víctima desde muchos años atrás. "Quizás una venganza...", especulan. La relación entre ambos creen que se había deteriorado hace tiempo. Cuando se presentó en su taller para matar a Ángel, Blas también preguntó por un hermano.
En la parroquia redondelana la implicación de Blanco Crespo en este tiroteo era ayer tema de conversación. Quienes lo conocían apuntaban que entró varias veces en la cárcel por tráfico de drogas. Hace ya años, recordaba una vecina, su entonces mujer fallecía "por sobredosis". Tenía una hija, pero ésta, debido al fallecimiento de su madre y los ingresos en prisión del padre, está a cargo de una familiar.
Y ambos fallecidos recibirán hoy sepultura. A los dos se les practicó la autopsia en el Hospital Nicolás Peña. La misa por el vigués Rodríguez Pereiro, que deja cinco hijos, será a las cinco menos cuarto de esta tarde en la capilla del tanatorio Vigomemorial. A continuación, sus restos mortales serán trasladados hasta el cementerio de Lavadores, donde recibirá sepultura, y a las 18.30 horas, habrá un funeral en la iglesia parroquial de Santa Clara.
En el caso de Blanco Crespo, su cuerpo será conducido hoy a las 16.30 horas desde el tanatorio Tanamañó hasta la iglesia parroquial de San Martín de Vilar de Infesta, en Redondela, donde será el funeral y después recibirá sepultura.
