La carismática imagen de bandido benefactor que rodeó a José Ramón Prado Bugallo desde que en los años 80 abandonó el furtivismo del can en la Ría de Arousa para pasarse al chollo do fume, se acabó cuando cayó en una chapucera operación de transporte de cocaína en un chalé de Pozuelo hace una década.

Esta prime ra detención relacionada con un alijo de fariña desveló que el modelo de numerosos jóvenes cambadeses de su generación no se limitaba sólo al tabaco como él y sus allegados hacían creer y confirmó sus excelentes relaciones con destacados jefes de los cárteles colombianos.

Sito Miñanco fue sin duda el líder más carismático del contrabando en la provincia de Pontevedra y se rodeó de una romántica aureola de aventurero y triunfador. Se acostumbró a desafiar las leyes desde muy temprana edad. La práctica del furtivismo a bordo de la barca familiar le permitió conocer la Ría de Arousa a fondo, y destacar por su innata habilidad como patrón.

Se libró de ser juzgado en el macrosumario de la Operación Nécora cuando el juez Baltasar Garzón decidió desgajar la parte que le imputaba para ser juzgado en otro proceso.

Su leyenda había comenzado en 1984, cuando tras la gran redada del tabaco de 1983 Miñanco intenta reorganizar desde la cárcel de Pontevedra el grupo ROS -formado por las siglas de sus tres supuestos líderes, Ramiro Señoráns, Olegario Falcón y el propio Sito Miñanco. Sus socios no aceptan dar el salto a la droga que propone y decide trabajar por su cuenta.

Su compañía será en esos años 80 la más importante que opere en las rías, llegando a tener en nómina a más de un centenar de personas. A los suyos no les faltaría apoyo económico y moral cuando lo necesitaron.

Amigos, empleados y vecinos tuvieron abiertas las puertas de los mejores hospitales y la organización se hacía cargo de las familias cuando alguien caía en las redes policiales. Esto se demostró cuando Manuel Vázquez y Lisardo López fallecieron al chocar car su planeadora contra una batea. La familia de ambos recibió una indemnización millonaria y la organización se hizo cargo de los gastos funerarios.

Muchos de los que trabajaron para él decidieron después establecerse por su cuenta y para ello contaron con el apoyo del jefe. En distintas épocas tuvo en nómina a Manolo Durán, Kubala, ya fallecido y uno de los mejores patrones de planeadoras; el asesinado Manuel Baúlo, Caneu; Manolo el Catalán, o su amigo de la infancia José Luis Oubiña Vieites, Key.

El fútbol es una de sus grandes de sus pasiones. Fue directivo del equipo de su localidad natal, Cambados, que viajó en aquella época a Sudamérica para mantener encuentros deportivos.

Coches, fiestas y mujeres coronaron el éxito de Miñanco. Su mítico Testa Rosa Su afición a las mujeres propició el divorcio de su primera esposa, que junto a las dos hijas de ambos aún reside en Cambados. Después llegaría el turno de Odalys Rivera que, emparentada con altos cargos del ejército panameño de la época de Noriega, fue su compañera sentimental y también estuvo procesada.

Su ingreso en la prisión de Carabanchel, tras ser condenado a 20 años de cárcel por tráfico de drogas, evasión de divisas y falsedad de documento e incluso el cáncer que se le diagnosticó entonces, no le impidieron continuar con sus negocios en prisión.

De hecho, espera la sentencia por el hachís incautado en la playa de Saiáns en Vigo, ya que ha sido acusado de ser uno de los organizadores de la descarga junto a Laureano Oubiña; operación que habría realizado desde la cárcel.

En la actualidad se encontraba en libertad condicional tras cumplir las tres cuartas partes de la primera condena y desde entonces reside en Madrid, en su chalé de Villaviciosa de Odón, donde se le ha detenido. Sus visitas a Cambados, no obstante, siguen siendo frecuentes y en muchas ocasiones realiza la comparecencia que debe hacer cada quince días en el Juzgado de Vilagarcía. Ahora con él han caído su ayudante colombiano y dos de sus guardaespaldas de la misma nacionalidad.

Sito Miñanco, que fue el mejor prototipo del joven narcotriunfador, se enfrenta a su ocaso.