La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha condenado a un vecino de O Porriño, José Luis Fernández Urceira, alias "Troya", a una pena de diez años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa contra la persona de R.B. A., un vecino de Tui conocido suyo desde la infancia al que disparó hasta seis tiros (impactando en él tres de los proyectiles) en la noche del 14 de noviembre de 2011.

Durante el juicio, ambos implicados (víctima y agresor) reconocieron que aquella noche salieron juntos y, según el acusado, habían estado consumiendo drogas en una casa de Ponteareas. Señala el fallo en su relato de hechos probados que aquella madrugada ambos llegaron entre las 6 y las 6.30 de la madrugada a una pista del lugar de Ponte Orbelle-Ribadelouro (en el municipio de Tui) a bordo del Suzuki Baleno propiedad de la persona que recibió los disparos.

Cuando la víctima se encontraba en el asiento del conductor, "con el propósito de causar la muerte de este" el acusado se "acercó a corta distancia y de forma sorpresiva e intentando no darle ninguna posibilidad de defensa, hizo un primer disparo que le impactó en la zona retroauricular izquierda, seguido de dos disparos más que le impactaron en el hombro izquierdo". La sentencia relata que Fernández Urceira no logró su objetivo, dado que R. B.A. consiguió cerrar la puerta del coche, arrancar y huir del lugar.

Según la declaración de la Guardia Civil y se recoge en la propia sentencia, el acusado todavía realizó otros tres disparos más que dejaron su marca en la carrocería del coche. La víctima, que logró recuperarse de los disparos aunque le quedan algunas secuelas como una artrosis postraumática, renunció en el juicio a cualquier indemnización En el juicio reconoció sin ninguna duda al acusado, que negó los hechos, como el autor de los disparos. "Me pegó un primer tiro en la cabeza y ya vi como apuntaba y comenzó a disparar más", señaló. Al renunciar a la indemnización que pudiera corresponderle, la víctima aseguró que tan solo pedía "Justicia, aunque yo personalmente solo creo que él (por el acusado) es un enfermo". El fiscal reclamaba 11 años de cárcel y la sala fija la pena en 10 al aplicar el atenuante de consumo de drogas.

El fallo no es firme y se puede recurrir en casación ante el Supremo. Urceira fue detenido tiempo después de estos hechos en Portugal.