En Ponteareas todos recuerdan a Fray José. En la localidad pontevedresa pasó por momentos muy difíciles y superó un cáncer. En el verano de 2009 se puso al lado de los vecinos y plantó cara con ellos en el conflicto por la rotonda de Canedo, donde los Franciscanos tienen su Monasterio. Sufrió en sus propias carnes la carga policial de los antidisturbios cuando los concentrados se cogieron de la mano en la rotonda para protestar por una obra que consideraban ilegal. "Somos unos vecinos más", argumentaba en FARO DE VIGO para explicar el motivo por el que los frailes se habían movilizado con el resto de la parroquia. De Ponteareas, José Quintela se trasladó a O Cebreiro.

Antes, pasó 9 años en Ourense.Llegaba de trabajar con inmigrantes en Marruecos y se implicó en programa de atención a enfermos de sida. Dirigió el comité de la capital de As Burgas, cuya casa de acogida está abierta desde 1994. "Eran años duros, cada semana moría una persona por el virus y él ayudó mucho", recuerda un colaborador. Su arresto es un "palo" que cuesta creer. Del fraile solo se oyen buenas palabras en la congregación ourensana de hermanos franciscanos. "Era muy trabajador, tenía un gran talento creativo y era muy ocurrente. Nunca hubo ninguna queja", según Francisco Alonso, exsuperior.