Enero negro en las carreteras gallegas. 2015 arranca con un incremento de fallecidos en la red viaria de la comunidad: 9 víctimas mortales frente a las cuatro registradas en enero del año pasado. Detrás de estas estadísticas están los siniestros ocurridos en Pontevedra y A Coruña, donde se produjeron más del doble de siniestros mortales que hace un año. Pontevedra contabilizó el mes pasado seis fallecidos -el año pasado se produjeron tres- y A Coruña, tres -en 2014 hubo una víctima mortal-. Mientras, en las carreteras de Lugo y Ourense el balance es positivo ya que no se registró ningún siniestro mortal en el arranque del año, al igual que en enero pasado.

Solo cuatro comunidades -Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha y Madrid- empezaron el año con menos fallecidos que en 2014, con entre una y cinco víctimas mortales menos que enero pasado.

Por el contrario, Galicia está entre las autonomías donde más se han incrementado los siniestros con fallecidos: por detrás de Castilla y León (siete muertos más), Andalucía (seis más) y empatada con País Vasco (cinco más). En total, once comunidades donde ha repuntado la siniestralidad, cuatro donde ha descendido y dos (Murcia y Navarra) donde se mantiene como en enero de 2014.

En el conjunto del país, los accidentes de tráfico dejaron el pasado mes un total de 87 muertos, 26 más que el mismo periodo del año pasado lo que supone un incremento del 42%. Este balance de enero a nivel nacional supone el primer repunte desde 2006, año en el que entró en vigor el carné por puntos.

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De los nueve fallecidos el mes pasado en las carreteras gallegas, cuatro tenían entre 25 y 35 años; dos, entre 36 y 55 años; otras dos, entre 56 y 65 años; y una era mayor de 65 años. En cuanto a los tipos de accidentes, cuatro de ellos fueron salidas de vía y otros cuatro colisiones, según el balance del Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste, que indica que otro se correspondió con un atropello.

Por primera vez en los últimos 15 años, el balance de accidentes de tráfico de 2014 rompió la tendencia a la baja que encadenaba desde 1998. De hecho, Galicia cerró el año pasado como la segunda autonomía con más fallecidos en siniestros viarios respecto al ejercicio anterior: un total de 112 víctimas mortales, 14 más que en 2013, lo que supuso un incremento del 14,3%. En términos absolutos, solo Comunidad Valenciana registró un mayor número de muertos: un total de 109 fallecidos en sus carreteras, 15 más que el año pasado. Con este balance, Galicia se quedó fuera de la lista de las siete comunidades que lograron reducir el año pasado la siniestralidad en su red viaria. A la cabeza, País Vasco, con un descenso del 52,4%, seguida de La Rioja (-38,4%), Asturias (-21,8%), Cataluña (-17,6%), Castilla-La Mancha (-14,7%), Madrid (-7,8%) y Cantabria (-6,6%).

Al contrario del balance en el arranque de 2015, Pontevedra y A Coruña fueron la excepción el año pasado en las estadísticas de siniestralidad viaria. En el caso de la provincia coruñesa, el descenso en los accidentes de tráfico mortales fue mayor que el registrado en Pontetevedra. Mientras A Coruña cerró 2014 con un total de 44 fallecidos frente a los 56 contabilizados el ejercicio anterior, es decir un 21,4% menos; Pontevedra registró 21 víctimas mortales, solo una menos que el año anterior. Por el contrario, Lugo fue la provincia gallega que experimentó un mayor incremento, con 31 fallecidos, el triple que los 10 de 2013. En Ourense se pasó de diez víctimas mortales a 16.

En los últimos meses, el consumo de alcohol y las drogas hizo saltar las alarmas en Tráfico. Las estadísticas no dejan en buen lugar a los conductores gallegos: Galicia es la segunda comunidad con más positivos por alcohol (más de 9.400 entre enero y agosto) y la tercera en consumo de drogas (582), tan solo por detrás de Andalucía y Valencia.

El perfil del conductor interceptado tras haber bebido un par de cañas o una copa de más es el de un varón de entre 39 y 55 años que suele ser consumidor habitual.

Los atropellos, otra de las lacras de la accidentalidad en las carreteras gallegas, también preocupan a la DGT. Pese a las charlas organizadas para inculcar el uso de dispositivos reflectantes, las estadísticas no mejoraron el año pasado: 16 peatones muertos frente a los 18 de todo 2013. ¿El perfil? Mayores de 69 años, sin chaleco reflectante, arrollados tras cruzar por zonas de escasa visibilidad pese a que ya se ha hecho de noche. El pasado mes de enero, un viandante falleció arrollado en las carreteras de la comunidad.