El magistrado de Instrucción 1 de Ourense ha procesado a la madre de un bebé maltratado durante meses y a su expareja, imputándoles un presunto intento de homicidio o de asesinato. La Fiscalía, a la que el juez ha dado traslado para que inste la apertura de juicio oral y decida por cual de los dos delitos se les juzga cierra así la investigación iniciada el 20 de marzo del año pasado tras el ingreso del bebé, de apenas 10 meses, en el hospital. Su estado era muy grave y presentaba múltiples fracturas tras haber sido víctima de "un episodio aparentemente letal". Ambos imputados tienen en vigor una orden de alejamiento del pequeño.
El instructor considera que tanto la madre biológica como su excompañero sentimental agredieron "durante meses" al pequeño hasta su ingreso hospitalario. Las exploraciones detectaron fracturas múltiples, infección respiratoria, contusión y hemorragia craneales. En una de las últimas pruebas del caso, el forense certificó que el niño sufría fracturas en el cráneo, las costillas, el fémur y extremidades medias (huesos largos, cúbito y radio), además de lesiones cutáneas y hemorragias de retina.
En el mismo auto de procesamiento formal, el juez exculpa a otros seis familiares del menor -hasta una bisabuela- que permanecían imputados en la causa que indagó la autoría de las lesiones que casi le cuestan la vida al menor.
El niño fue atendido en estado de urgencia y estado crítico en el servicio de pediatría del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). Los médicos activaron el protocolo de malos tratos. La Xunta se hizo cargo de la tutela del pequeño -actualmente está bajo cuidados de una pariente tras ser acogido inicialmente en una casa nido- y el juzgado puso en marcha la investigación penal.
Las sospechas de malos tratos iniciales, que ahora han derivado a una imputación principal por homicidio o asesinato frustrado, condujeron a la detención de Víctor G.F., el exnovio de la madre biológica que estaba a cargo del menor el día del ingreso en el hospital. En su declaración, negó la agresión y adujo que los moratones se debieron a un intento por reanimarlo de un supuesto caso de muerte súbita.
La defensa también intentó explorar la posibilidad de que el pequeño, que nació prematuro, padeciera una enfermedad rara como la de los "huesos de cristal". Las declaraciones de médicos y los informes del hospital lo descartaron.
El juez ve a ambos sospechosos de las palizas al bebé basándose en que, según los profesionales médicos, "las lesiones sufridas por el menor solo pueden ser consecuencia de actos violentos", en el reconocimiento por parte de ambos de que el niño estaba fundamentalmente bajo su custodia, y en el hecho de que pese a la gravedad del menor, antes de llevarlo al hospital el hombre acudió con el pequeño a buscar su madre.
