Al menos 17 personas, ocho de ellas en tierra, fueron detenidas en la operación contra el narcotráfico en la que se intervinieron 1.500 kilos de cocaína a bordo del pesquero de bandera venezolana Coral I, con 9 tripulantes a bordo. Además de estas personas que iban en el barco, en el operativo desplegado en O Salnés se habrían producido otras ocho detenciones, entre las que destaca la del cambadés Rafael Bugallo Piñeiro O Mulo, un histórico narco que se mantiene desde hace más de dos décadas en el negocio -comenzó como piloto de planeadoras- y al que se considera líder de la organización gallega que se acaba de desarticular y a la que se investigaba desde hacía varios meses. A la espera de cerrar diligencias, y salvo sorpresas, se descartarían nuevos arrestos además de los 17 o 18 practicados, y que incluiría uno en Madrid.

Los detenidos en tierra serán puestos hoy a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Cambados, quien ha decretado el secreto del sumario. Todos ellos serán trasladados desde los calabozos de la Policía Nacional de Vilagarcía y Pontevedra, donde permanecían al cierre de esta edición. Además de arousanos, en la comarca de O Salnés también cayeron varios ciudadanos sudamericanos (al parecer de origen colombiano) que podrían ser los enlaces entre los narcos gallegos y los proveedores de los estupefacientes. Estos extranjeros estaban residiendo en pisos de Vilagarcía, donde se llevaron a cabo algunas de las detenciones y registros. La desconfianza de los sudamericanos por ciertos alijos de droga fallidos ha llevado a que las principales operaciones sean supervisadas en Europa por miembros de su propia red para evitar "picarescas".

Al parecer, en relación con este alijo de droga también se habría producido la detención de un individuo en Madrid. De todos modos el operativo policial en tierra, a falta de unos pequeños flecos, se da por terminado con las al menos 17 detenciones. Una situación que podría cambiar si, tras las declaraciones de los arrestados, surgen nuevas pistas o nombres, aunque sería improbable.

Además O Mulo, de 55 años, que estaba residiendo en un piso de Vilagarcía, fueron detenidos otros gallegos, entre ellos el empresario vilanovés Juan Carlos Nogueira Oubiña, de 43 años, vinculado a parques de cultivo en Carril, registrándose su chalé de la zona de O Castelete.

Los efectivos del GRECO de Galicia, tutelados por el juez de Cambados, llevaban meses detrás de la pista de la red liderada por O Mulo, considerado por las fuerzas de seguridad como un narco que se dedica a realizar transporte de drogas para varias organizaciones. Según señala la agencia EFE, sobre Rafael Bugallo pesaba una orden de búsqueda y captura, tras no regresar a la cárcel en su último permiso penitenciario.

Mientras en tierra comienzan hoy los interrogatorios a los detenidos en Galicia, en altamar continúa el viaje del Coral 1 (de 14 metros de eslora) rumbo a tierras españolas, con sus nueve tripulantes detenidos y el alijo distribuido en 49 fardos. El barco está custodiado por una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera, que lo interceptó a unas ochenta millas al oeste de Cabo Verde, por lo que no se espera su llegada a puerto hasta dentro de unos días.

No trascendió por ahora en qué puerto español se hará la descarga de la droga. No se descarta que el barco con el alijo y los detenidos atraque en Las Palmas de Gran Canaria, aunque la decisión final no está cerrada y podría ser otra, ya que también se baraja que le embarcación viaje hasta la provincia de Pontevedra, probablemente hasta la dársena de Vigo.