Óscar Manuel Rial Iglesias, "El Pastelero", ya está en prisión. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Vilagarcía ordenó ayer su ingreso en la cárcel. Con él también fue a prisión J. R. G. C., abogado de Madrid que según la acusación habría prestado cobertura legal al arousano para que éste blanquease dinero presuntamente procedente del narcotráfico.

"El Pastelero" fue detenido esta semana junto a otras siete personas como presunto cabecilla de un entramado de blanqueo. Además del vilagarciano -que salió absuelto de dos procesos anteriores por narcotráfico- y del abogado de Madrid, fueron arrestados un matrimonio de Cangas do Morrazo, un vecino de Vilagarcía que era presuntamente socio o allegado del principal imputado y tres jubilados de Madrid. Salvo Rial Iglesias y J. R. G. C. quedaron todos en libertad, aunque siguen imputados en la causa.

Al término de la vista el fiscal especial de Delitos Económicos de la provincia de Pontevedra, Augusto Santaló, apuntó que "El Pastelero" habría cometido un presunto delito de blanqueo de capitales y de otro fiscal mediante la adquisición de un chalé en O Rial (Vilagarcía) por 800.000 euros y de una nave en Caldas por las que se habrían pagado 300.000. Según estas sospechas, Rial Iglesias, de unos 40 años, habría blanqueado 1,1 millones de euros.

La juez levantó anteayer el secreto de sumario, lo que ha permitido que aflorasen datos oficiales sobre la redada de la UDEF de la Policía Nacional de Madrid. Así, el fiscal apunta que el chalé y la nave fueron compradas por sociedades vinculadas al abogado detenido, pero que estaban a nombre de tres jubilados también arrestados, tal y como el letrado habría admitido en sede judicial. Posteriormente, "El Pastelero" habría alquilado el chalé a esta sociedad supuestamente "pantalla", abonando unos 3.000 euros al mes en concepto de arrendamiento.

Dos son las conexiones que, según el fiscal, se han establecido entre "El Pastelero" y las empresas del letrado de Madrid. La primera gira en torno a Unai L.B., supuesto hombre de confianza de Rial Iglesias y que ha figurado como administrador o gerente de empresas. Además, compró a mediados de la década pasada la nave de Caldas, ahora alquilada a una empresa que no tiene nada que ver con "El Pastelero".

Al parecer, una intervención telefónica que se le realizó al vilagarciano Unai L.B. permitió descubrir que éste se había reunido con el abogado de Madrid, al tiempo que escucharon una tensa conversación en la que "El Pastelero" le reprochaba a Unai su forma de guardar cierta documentación.

Pero hay otro indicio que, según la Fiscalía, podría probar la conexión de "El Pastelero" con las sociedades que compraron la casa y la nave por 1,1 millones. Y es que en uno de los registros domiciliarios se ha hallado la póliza de un seguro de enfermedad cuyo tomador es la empresa que compró los inmuebles, aunque los beneficiarios son Rial Iglesias, su pareja y dos hijos. Finalmente, detallan las mismas fuentes, hay movimientos financieros y de préstamos entre sociedades supuestamente "pantalla" sospechosos, de ahí que se estime que los detenidos formaban un entramado cuya finalidad era lavar dinero del "Pastelero" de procedencia ilegal.

Sobre el matrimonio de Cangas, fuentes solventes apuntan que su relación con "El Pastelero" no está totalmente acreditada, al menos por ahora. Al parecer, hace un tiempo empezaron a ser investigados por unas transferencias al Congo (África), y que en un primer momento la Policía creyó que podían obedecer a una operación de blanqueo propiciada por "El Pastelero" y José Constante Piñeiro Búa, "Costiñas".

Al parecer, la pareja envió 1,5 millones a una empresa del Congo entre 2009 y 2010, aunque parece que ahora se ha debilitado la hipótesis de que estuviesen relacionados con "El Pastelero". Sin embargo, añade el fiscal, se seguirá investigando y de todos modos la pareja podría haber incurrido en un posible delito fiscal, de ahí que se les vaya a pedir que acrediten el origen del dinero transferido al Congo.