La última gran organización de narcos gallegos irá a juicio en la Sección Quinta de Vigo. El fiscal Antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, ha presentado su escrito de calificación provisional para los 18 procesados que se sentarán en el banquillo por los más de 3.000 kilos de cocaína interceptados a bordo del pesquero Riptide en junio del año pasado. Solicita penas de entre 17 y 21 años de cárcel, que suman 330 años de prisión, y multas 1.600 millones de euros para cada uno de ellos.

Los supuestos cabecillas de la organización gallega, los arousanos Marcos Vigo, Antonio Carballa Magdalena y José Luis Viñas Morgade, se enfrentan a las condenas más altas, 21 años y 3 meses de prisión. Se les imputa un delito contra la salud pública con el subtipo agravado de extraordinaria cantidad de droga, utilización de embarcación y cometido en el seno de una organización delictiva. La Fiscalía los considera receptores de la droga en España y encargados del entramado en contacto con la organización sudamericana exportadora de la droga, tanto con sus representantes en Sudamérica como con su representante en España, Jorge Gregorio Hernández, que se desplazó a Galicia para controlar la entrega del alijo y fue detenido en el aeropuerto de Santiago cuando pretendía regresar a Venezuela. El fiscal pide para este último 17 años y 3 meses de prisión.

En un nivel inferior, bajo dependencia directa de los supuestos cabecillas, se sitúa al vilanovés Francisco Javier Suárez, que afronta 19 años de cárcel como supuesto responsable de intermediación con los encargados del transporte de la droga.

El venezolano Jesús Iglesias Cumplido y el gondomareño Rodríguez Camesella eran los encargados, según el escrito de acusación, de proporcionar el transporte marítimo que debía descargar la cocaína del barco nodriza en las costas gallegas y para ellos iban a utilizar el velero Pixapo, que se averió en Aveiro. El primero se enfrenta a 18 años y 9 meses de prisión y el segundo a 20 años y medio, ya que suma la acusación de tenencia ilícita de armas. Los vigueses Juan Domingo Covelo e Iván Méndez López , así como el meañés Rafael Couto Oubiña afrontan 17 años y 3 meses de prisión. Eran los encargados, según el fiscal, de tripular el Pixapo, propiedad del procesado Rodríguez Camesella. La misma pena que se solicita para el pontevedrés Rogelio Collado Cespón, encargado de recibir y acomodar en Santiago al representante del cártel de la droga. Los cinco tripulantes indonesios del Riptide también afrontan 17 años y 3 meses de cárcel.

La madrugada del 29 de mayo, agentes del GEO del Cuerpo Nacional de la Policía asaltaron el pesquero en el Atlántico, que había recogido en Sudamérica la droga que les bombardearon desde un avión. Tras 15 días de navegación, el Riptide llegaba escoltado al puerto de Vigo con los más de 3.000 kilos de cocaína que transportaba, y los cinco tripulantes detenidos a bordo