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Una alerta del SOCA británico sobre el "Ratonero" llevó hasta la red de narcos de "Patoco"

La segunda sesión del juicio se centra en los 4.000 kilos de coca intervenidos en Muxía

Una alerta del SOCA británico a la Policía Nacional sobre las actividades del pesquero grovense Ratonero, considerado buque de apoyo para el suministro de combustible a las potentes planeadoras que descargaban los grandes alijos de cocaína en Galicia, permitió en 2009 desarticular la mayor organización de narcotransportistas gallegos atribuida a Manuel Abal Feijóo, "Patoco", fallecido meses antes en un accidente de moto. Este es el origen, según el instructor policial, de la investigación que estos días sienta en el banquillo de la Audiencia Nacional a 26 gallegos procesados en el marco de la denominada Operación Tabaiba, que se enfrentan a penas de hasta 26 años.

La desarticulación de la organización de lancheros atribuida a "Patoco" y la atribuida a Juan Carlos Fernández Cores, "Parido", que perdieron toda su infraestructura, blindó las costas gallegas al desembarco de nuevos alijos durante varios años. Un blindaje que rompió precisamente el Ratonero, abordado con 3.000 kilos de cocaína en 2012 cuando se dirigía a las costas gallegas. El juicio que se celebró en Vigo y que está pendiente de sentencia.

El interrogatorio a los presuntos integrantes de la organización de "Parido" por el alijo de cocaína de 4.000 kilos interceptado en una playa de Muxía en 2009 centró ayer la segunda sesión del juicio en la Audiencia Nacional. Fernández Cores negó su vinculación con aquella descarga, al igual que el resto de procesados. Andrés Gesto, del clan de los "Lulús" de Muxía, fue sorprendido empapado y lleno de arenas cuando huía por el monte, ayer explicó al tribunal que "paseaba al perro" . Preguntado si conocía a alguno de los procesados replicó "sólo conozco a mi perro".

El piloto de planeadoras Baltasar Vilar, "Saro", juzgado también con el alijo del Ratonero en Vigo, negó ayer ser el patrón de la gran lanzadera de "Patoco" y de los tres viajes que se le imputan en la causa. Se enfrenta a la condena más alta, penas que suman 27 años.

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