Libertad con cargos pero con el carné de conducir retirado mientras dure la instrucción de la causa. Estas son las medidas cautelares que adoptó ayer la juez de Instrucción 2 de Ponteareas para el camionero acusado del atropello mortal de una septuagenaria el viernes en Salvaterra do Miño, que abandonó el lugar tras el accidente. P.A.P., de 45 años y vecino de Salceda de Caselas , se acogió a su derecho a no declarar ante la juez, que le imputa un delito de homicidio imprudente y otro de omisión del deber de socorro. El conductor no es el único encausado, pues su acompañante en el vehículo será citado a declarar imputada por un presunto delito de omisión del deber de socorro por la muerte de María Pérez, de 73 años y vecina de la parroquia de Meder, en Salvaterra.

El camionero llegó a los juzgados ponteareanos acompañado de una familiar a las diez de la mañana. Más de dos horas después salió libre con cargos por una puerta lateral para evitar a la prensa.

Cuando se produjo el atropello, el conductor iba al volante de un camión de recogida de residuos plásticos de la empresa mosense Coregal, de la que es empleado, y que se encarga de este servicio subcontratado por el Concello de Salvaterra.

En el lugar del accidente, según explicó el conductor a su entorno cercano, efectuó una maniobra de marcha atrás y aunque notó un pequeño golpe no vio nada por los espejos retrovisores, así que él y su compañero de recogida prosiguieron con su recorrido habitual. Fue al día siguiente, el sábado, cuando se enteró por los medios de comunicación de que se había producido un atropello mortal en Salvaterra, cuando se percató de que él había pasado por ese punto y que había notado un golpe. Entonces, decidió acudir al cuartel de la Guardia Civil para explicar lo ocurrido. Tras declarar, quedó libre con la obligación de presentarse ayer en el juzgado de Ponteareas para pasar a disposición judicial.

Según manifestó su abogado, se trata de "un trágico accidente" del que el conductor "no tiene conciencia de haberlo provocado" y aseguró que su cliente está "hundido, muy abatido", al igual que el resto de su familia.

Asimismo, el letrado explicó que se irán incorporando nuevas pruebas durante la fase de instrucción, entre ellas, posiblemente, un informe sobre el camión que conducía, ya que éste está dotado de una alarma en la parte trasera que emite un pitido cuando el vehículo da marcha atrás para alertar de la maniobra y que, sin embargo, la septuagenaria no escuchó o no lo hizo con el tiempo suficiente para apartarse. Asimismo, también se podría tener en cuenta un examen del camión para verificar si este presenta marcas del golpe o restos de la víctima. También podrán valorarse los posibles datos que desvele la autopsia de la septuagenaria atropellada.

El conductor imputado, según explicó su abogado, cuenta con una larga experiencia conduciendo vehículos pesados, tales como hormigoneras. Actualmente trabaja en la empresa mosense Coregal cuyo 90% de su personal tiene alguna discapacidad y en la que de momento no podrá prestar servicios al volante al tener el permiso de conducir retirado.