Buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil localizaron ayer por la mañana el cuerpo del más joven de los dos pescadores de Tui arrastrados por una ola el pasado jueves en A Guarda. El cadáver de Diego García Mota, de 22 años, se encontraba sumergido en una zona rocosa unos 20 metros al sur de Punta Bazar, el lugar en el que él y su tío, Enrique García -aún desaparecido-, pescaban cuando se produjo el golpe de mar que acabó con sus vidas.

Los submarinistas hicieron el hallazgo en torno a las 11.30 horas. Era su segunda inmersión en la zona, donde el sábado inspeccionaron sin éxito unas cuevas situadas bajo el agua en el punto exacto en el que desaparecieron los dos pescadores. Una vez recuperado, el cuerpo fue trasladado por la patrullera Corvo Mariño de la Guardia Civil al puerto de A Guarda, donde el juez de Tui procedió al levantamiento del cadáver, derivado a continuación a los servicios forenses para que le practicasen la autopsia y procediesen a su identificación, confirmada más tarde por el instituto armado.

Aunque la dirección de las corrientes marinas hacía sospechar inicialmente que los cuerpos pudieran haber sido arrastrados hacia el norte, más allá incluso de cabo Silleiro, el descubrimiento de uno de los cadáveres unos pocos metros hacia el sur obligó ayer a cambiar las prioridades del operativo de búsqueda, en el que participan desde el jueves helicópteros y embarcaciones de la Xunta, Salvamento Marítimo, Guardia Civil y de la Armada, y por tierra Bomberos de Porriño, los GES de los alrededores (A Guarda, Val Miñor y Tomiño) y el grupo especial de búsqueda en acantilados de Cruz Roja.

Nueva inmersión

Durante toda la jornada, los medios terrestres continuaron rastreando, por turnos, el litoral guardés más próximo al lugar del siniestro con el objetivo de localizar al segundo de los desaparecidos, Enrique García Alonso, de 38 años, que tratarán de encontrar los GEAS con una nueva inmersión a partir de las nueve de la mañana de hoy en el punto en el que ayer apareció su sobrino.

Los buzos de la Guardia Civil habían previsto inicialmente adelantar esta nueva inspección subacuática para ayer por la tarde, pero descartaron hacerlo al cumplirse el tiempo máximo diario de inmersión al que pueden someterse estos especialistas y al no darse tampoco las condiciones de mar aconsejadas para realizarlo con seguridad.

La localización del primero de los dos jóvenes desaparecidos cerca de la zona del accidente permite a familiares y allegados de los dos pescadores tudenses albergar esperanzas de que esté cerca el desenlace de la pesadilla que les mantiene en vilo desde primera hora de la tarde del pasado jueves.